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castillos peninsulares

evoramonte


Ubicado en Alentejo, se encuentra en la ciudad de Evora Monte, Municipio de Estremoz, distrito de Evora, en Portugal. Erguido en uno de los puntos más elevados de la Sierra de Ossa, en el centro del pueblo.

Se trata del típico castillo abaluartado de traza italiana, construido en pleno Renacimiento y perfectamente adaptado al uso de la artillería. Su imponente y un tanto siniestra mole se yergue sobre un cabezo que la domina por completo.

En época de la reconquista cristiana de la Península Ibérica, la aldea de los moros fue conquistada por el legendario Geraldo Sem Pavor, alrededor de 1160, momento en el cual comenzó a construirse en castillo.

Sus defensas fueron recuperadas por determinación del D. Alfonso III 1248-1279, soberano que le otorgó el primer aforamiento 1248, renovado en 1271. Estas tentativas de poblamiento, sin embargo, no parecen haber tenido éxito, hasta que su sucesor, D. Dinis 1279-1325, ordenó la fortificación de la villa 1306, con su muralla y puertas.

Con el ascenso de D. João I al trono, el Castillo de Évora Monte y sus dominios pasaron a posesión del Condestablel D. Nuno Álvares Pereira, viniendo posteriormente a integrar los dominios de la Casa de Bragança. Con el inicio de la Edad Moderna, D. Manuel I, 1495-1521, inició una nueva etapa constructiva. Quedando una torre del castillo destruida por el terremoto de 1531, es reedificado en inspiración renacentista italiana.

 

No se tardó mucho en emprender su reconstrucción. Apenas un año más tarde, en 1532, el alcaide de Evoramonte, Teodosio de Bragança, mandó iniciar las obras para la edificación de un nuevo castillo, pero ya bajo los cánones de la traza italiana, más adecuada para el uso de piezas de artillería, así como para defenderse de los disparos de la misma. La traza del mismo fue llevada a cabo por los hermanos Diego y Francisco de Arruda, notables arquitectos e ingenieros militares de la época a los que, además de este castillo, se deben la torre de Belém, las adaptaciones a la pirobalística de los castillos de Moura, Mourão y Portel, o el acuaducto de Amoreira, en Elvas, entre otros.

Pero el destino le tenía reservado a Evoramonte un nuevo desastre, esta vez como consecuencia del terremoto de 1755, que derribó dos de sus torres, concretamente las orientadas hacia el este, así como el derrumbamiento de las bóvedas del edificio central. Así permaneció, en estado ruinoso, hasta que en 1937 se llevaron a cabo las obras necesarias para su rehabilitación.

 

El Castillo de Evoramonte está hecho en piedra de granito, con una planta en forma cuadrangular que en sus vértices tiene varias torres de forma circular, en las que se observan estilos arquitéctonicos como el gótico y el renacentista con una marcada inspiración italiana.

Las torres disponen de cuatro baterías distribuidas en otros tantos niveles, más la azotea, orientadas de forma que cubren todos los ángulos posibles, especialmente las destinadas a batir todos los flancos en caso de un asalto al castillo. La zona central del edificio se destinó a uso palaciego para el alcalde de la población.

En la primera planta hay una cámara de planta cuadrangular en la que cuatro potentes columnas estilo manuelino sustentan las nueve bóvedas de crucería gótica. En cada ángulo dispone de una abertura que da acceso a cada una de las baterías de que dispone cada planta, además de la escalera que sube a la planta superior, situada en la torre norte. En la torre oeste hay otra pequeña escalera de caracol que termina en la tercera planta, pero sin acceso a la azotea. Aparte de lo elaborado de las columnas, la presencia de chimeneas y la elegante nervadura de las bóvedas indican que es una dependencia palaciega, muy alejada en su estilo de las austeras torres militares. La segunda planta, las columnas son cuadradas, fabricadas con sillería de piedra caliza.

Hoy día, se levanta el castillo de planta triangular, rodeado por una muralla que se abre en cuatro puertas: Porta do Freixo, Porta do Sol, Porta de São Sebastião y la de Porta de São Brás. Las dimensiones, la pureza de su estilo arquitectónico, la belleza de los materiales empleados en su construcción y el esmero con que ésta se llevó a cabo han hecho de este Castillo una obra maestra. En 1910 es declarado, (Monumento Nacional).

 

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Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.