Los castillos más antiguos, que datan del siglo XI, se encuentran en el sur de Álava, concretamente, en la línea del Ebro. Llanos explica que «en esa época, el enemigo está en las invasiones árabes. Se defiende el Ebro, en la zona meridional de Álava, para cubrir todas esas zonas. Más tarde, no hay enemigo exterior, sino interior y la causa de las luchas es la mala vecindad. Los enfrentamientos pasan a ser entre Guevaras y Mendozas, entre un bando y otro. Se trata de defender tu territorio de los intentos de apropiación por parte de tu vecino.

las construcciones presentan diferencias arquitectónicas según el punto en el que están construidas, pero también similitudes entre las que datan de una misma época. La mayoría son del siglo XIV. Son las clásicas torres de defensa, muy herméticas y cerradas. A medida que la guerra de bandos desaparece, las torres van dejando de tener ese carácter defensivo y pasan a ser lugares habitables, con más ventanas e incluso con palacios adosados. Hay torres limpias, otras con el muro alrededor.

En cuanto a las localizadas en Gipuzkoa, son bastante homogéneas en cuanto a concepto y diferentes en cuanto a formas, dependiendo de su ubicación en un valle o en otro. Unos de los objetivos que dio lugar a esta arquitectura defensiva es el control. Normalmente, los jauntxos querían tener un control territorial y un control económico -la riqueza estaba en las ferrerías y los molinos-. Por eso, muchos de estos edificios están en vías naturales. Durante esta época de la Edad Media, la riqueza y el poder están en controlar los caminos y los accesos. Éste es el motivo de que, en algunos casos, encontramos una torre detrás de otra a lo largo de todo un río. Así, las fortificaciones guipuzcoanas se concentran a lo largo del Alto y Bajo Deba.

A partir del siglo XIV, estas edificaciones dejan de tener ese valor defensivo porque se han terminado las luchas de bandos y no existe la necesidad. Se adaptan para hacerlas más habitables, bien adosando una construcción abierta, bien modificando su interior. Es lo que tradicionalmente se hace en los caseríos, a los que se les van añadiendo construcciones en función de las necesidades.

Construcciones mediavales defensivas se conservan en Gipuzkoa 44, 123 en Vizcaya y 86 en Alava.