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castillos peninsulares

lapela


A orillas del rio Miño, justo en la frontera con España, a pocos kilómetros de Monçao, se encuentra lo torre que queda del Castillo de estilo medieval  de Lapela. Como otras muchas fortalezas nacionales portugueas, también los orígenes de Lapela son desconocidos. Constantemente se repetía que un castillo primitivo era mandado construir por D. Alfonso Henriques, para defender los márgenes del río, trabajo que entregó a D. Lourenço Abreu, capitán de su ejército y noble de la familia de los Abreus, señores de Valadares, Melgaço y Castro Laboreiro.

Los restos materiales que se conservan, sin embargo, son de un período bastante posterior y las tradiciones de la fundación Alfonsina por lo tanto no pueden ser, por ahora, confirmadas. Lo que es cierto es que en el siglo XIV, en el reinado de D.Pedro o ya en el de su sucesor, D, Fernando, tuvo lugar la construcción de la torre actual, muy probablemente en el contexto de las segundas guerras peninsulares de la mitad de siglo.

En la actualidad, la “Torre”, diseñada en el medio regional, está a la espera aún, por una investigación arqueológica y por un proyecto de valorización. Además, está cerrada al público, solo se puede visitar el exterior.

Es una poderosa construcción, visible a gran distancia, elevada cerca 35 metros sobre el lecho del río Miño. Su dispositivo revela la solidez y calidad de la obra, con grandes sillares de rigurosa geometría. La planta es de forma cuadrangular, como gran parte de las torres góticas de Portugal, con una forma geométrica de casi 10 metros de lado, teniendo las paredes 3 metros de espesor. Una única entrada permite el acceso al interior, que se encuentra en la fachada norte, en posición elevada (cerca de 6 metros sobre el suelo) que se compone de un arco simple, quebrado, de largas duelas, en cuyo vértice fue adosado el escudo con las armas de Portugal, indicando, de esta forma, el patrocinio y el propietario de la fortaleza. Delante del portal, un pequeño parapeto rectangular, sobre ménsulas de tres voladizos bastante salientes, establece el enlace entre la entrada y la escalera de hierro, (originalmente de madera) que lleva al suelo. Las restantes fachadas poseen tres ventanas sobrepuestas, rasgadas de forma axial en las partes más elevadas, que denuncian la organización interior en tres pisos. Por arriba, la torre es coronada por una línea de almenas, con parapeto para la vigilancia. Obra de un gótico evolucionado, su cronología por la segunda mitad del siglo XIV no ofrece dudas. No se puede decir lo mismo del castillo que lo rodeaba. Duarte d’Armas, diseñó la fortaleza de Lapela con una torre de homenaje (la actual) en el centro de un patio rodeado por murallas y que se asociaba con un pazo señorial, que con toda seguridad era la residencia del alcalde.

Castillo de Lapela. Dibujo de Duarte d’Armas. 1509. la actual Torre de Lapela en el centro de un patio rodeado de murallas
Recreación de la conquista de Lapela por el Capitán General de Galicia, Rodrigo de Pimentel, en 1659 como paso previo a la toma de Monção
Recreación de la conquista de Lapela por el Capitán General de Galicia, Rodrigo de Pimentel, en 1659 como paso previo a la toma de Monção

La última campaña de obras conocida data del reinado de D. Manuel, monarca que reforzó la estructura y la entregó a Lopes Gomes de Abreu, señor de las fortificaciones de Alto Miño interior. A partir de aquí, la historia de este castillo es la de una progresiva destrucción. Después de la restauración de la Independencia Portuguesa, en 1640, y hasta los inicios del siglo XVIII, la reforma de la plaza de Monçao obligo a la integración de mucha piedra. Junto al río, comunicado fácilmente con la actual sede de la villa (concelho), nada más fácil que desmantelar el viejo castillo medieval de Lapela, en beneficio de una vecina fortaleza moderna y apta para responder las exigencias de la guerra. La restauración parcial de la estructura aconteció en 1940, por intermedio de DGEMN (Dirección General de Edificios y Monumentos Nacionales). En el contexto de las conmemoraciones nacionalistas del nuevo estado, la torre de Lapela fue objeto de una restauración selectiva, de impacto escenográfico.

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Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.