lanhoso
El castillo esta levantado en la cima del Monte Pilar, el mayor monolito de granito en el país, entre los valles de los ríos Ave y Cávado.
El Arzobispo Pedro, a la defensa preventiva de la sede episcopal de Braga, determinó la construcción del castillo. Se dice que en este castillo se refugió Teresa de León, viuda del conde Henry y madre de D. Afonso Henriques, cuando fue atacado por las fuerzas de su media hermana, doña Urraca, reina del león. Aquí rodeada por las tropas de doña Urraca, Teresa fue capaz de negociar un acuerdo - el Tratado de Lanhoso - gracias a la cual salvó la cabeza de su condado. Más tarde, Teresa volvió allí, según la tradición, en manos de su propio hijo después de la Batalla de San Mamede. Al final del siglo XII y comienzos del siglo XIII, se comienza la reforma del castillo, con la construcción de la torre del homenaje.
Posee un nivel máximo de 385 metros sobre el nivel del mar, el castillo tiene una planta hexagonal irregular en estilo románico y gótico, de rasgadura en sus paredes hacia el sur, junto a la Torre del Homenaje, la puerta de entrada en arco quebrado, flanqueado dos torres de planta cuadrangular, almenado. La pared está cubierta por adarve protegida por un parapeto rematada por almenas piramidales, algunos de los cuales tienen aberturas con troneiras. Al este, se destaca la Torre del Homenaje, con planta en formato cuadrangular, construido a partir de los primeros cimientos romanos (tres torretas equidistantes). Sus paredes, que ascienden a unos diez metros de altura, superior a un metro de espesor. Una escalera de piedra proporciona comunicación entre el arco roto puerta de la torre, desgarrado a tres metros del suelo, y la plaza de armas, con una superficie cuadrangular de aproximadamente 500 metros cuadrados, donde se encontraba la casa del alcalde y otras dependencias, incluyendo la cisterna. La muralla elíptica barbacana está flanqueada por torreones y el acceso a la escalinata de piedra está tallado en la misma roca. La torre del homenaje, del siglo XIII, sobresale con sus 10 metros de altura. La puerta principal, de arco apuntado y ladeada por dos torres, acerca la construcción a las soluciones defensivas típicas del período gótico.
En el siglo XIII, el castillo fue el escenario de un crimen terrible de la pasión de su alcalde, D. Rui Gonçalves Pereira, bisabuelo del Condestable D. Nuno Alvares Pereira, él estaba fuera del castillo, y al enterarse de la infidelidad conyugal de su esposa, Inés Sánchez, con un fraile del monasterio Bouro, volvió y cerró las puertas, y le prendió fuego a la fortificación, lo que provocó la muerte de la esposa y su amante, así como a los servidores, por considerarlos cómplices, por no haber denunciado el hecho. Los cuentos antiguos relatan que nadie escapó vivo del fuego, incluso los animales domésticos.
El castillo fue clasificado como Monumento Nacional por Decreto publicado el 23 de junio de 1910. En 1938, la Direcção-Geral dos Edifícios e Monumentos Nacionais de Portugal dio inicio a las obras de consolidación y restauración. Se llevaron a cabo excavaciones arqueológicas, se reconstituyeron las dos torres que flanquean la entrada, el arco de esta, tramos de muralla, así como la restauración de la torre del homenaje. También se ha construido una carretera de acceso, se ha limpiado y arreglado los alrededores del monte y se han excavado los restos del castro situado al noroeste del monte. Estas mejoras nos muestran un castillo de planta hexagonal irregular, con la puerta de entrada en arco roto al sur, protegida por dos torreones cuadrangulares. La torre del homenaje, junto a la entrada, es también cuadrangular con diez metros de altura y muros de más de un metro de espesor. Esta torre se alza sobre los cimientos de la construcción romana. La muralla, por su parte, dispone de un adarve en todo su recorrido, protegido con parapeto y con almenas piramidales, algunas con troneras.
