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castillos peninsulares

silves


Es la fortificación islámica más importante de Portugal, erigido por los árabes en el siglo XI y es, en la actualidad, uno de los castillos mejor conservados de toda la región del Algarve.

La colina sobre la que se encuentra el Castillo de Silves evidencia vestigios de un lugar de culto visigodo (siglo VI–VII), según lo confirmado por los testimonios de la época omeya (siglo VII-IX), un edificio importante de espolio cuadrangular y variado. Durante el periodo califal (siglo X) comenzó la construcción de las defensas, que pueden verse hoy en día, las paredes sobre toda amplia frente al oeste, más tarde modificado.

El Rey D. Sancho I, consiguió una primera conquista de este castillo, con el auxilio de cruzados ingleses y alemanes, que hicieron entregar la plaza al final de un largo asedio. Todavía un ataque árabe, en 1191, que llegó hasta el río Tajo, volvió a poner a Silves en manos de los musulmanes.

Fue durante el reinado de D. Afonso III, sobre 1250, que Silves pasó definitivamente a manos portuguesas, con lo que se realizaron obras de recuperación del castillo, lo que ocurrió también con el rey D. Manuel I, ya en 1500.

El terremoto de 1755 provocó muchos destrozos, pero actualmente está considerado como uno de los monumentos nacionales mejor conservados, gracias a las obras de la Dirección General de los Edificios y Monumentos Nacionales.

El castillo su estructura de varias partes: la Alcazaba, las murallas de la Medina, la Coraza, las murallas del Arrabal y algunos fosos y barbacanas, que fueron desapareciendo mientras crecía la ciudad.

Las murallas tienen forma de un polígono irregular, reforzadas en su exterior por once torres de planta rectangular. Cuatro torres presentan alteraciones llevadas a cabo en los siglos XIV y XV, concretamente salas abovedadas y puertas góticas de arco quebrado. La muralla tenía dos salidas, la principal hacia la medina (actualmente la ciudad) con puerta doble y otra más pequeña, orientada al Norte con acceso directo al exterior, conocida como Puerta de la Traición.

La alcazaba es la parte más importante donde todavía podemos contar con dos cisternas de la época de origen: el aljibe, conocido como cisterna de la mora y la cisterna de los perros, que se dice comunica con el río, un inmenso pozo con más de 40 metros de profundidad del cual se retiraron, en trabajos arqueológicos efectuados, diversos fragmentos de cerámicas medievales, en particular los jarros del período de ocupación islámica.

En una vasta área ubicada a occidente, varias campañas de investigación arqueológica culminaron con el descubrimiento de estructuras de una habitación del Período almóada (1121–1269), que se componía de dos plantas, un jardín interior y un complejo de baños que podría ser un palacio, otrora morada de altos dignatarios musulmanes. Edificado durante el dominio almohade este palacio fue habitado durante poco más de un siglo. Después de la ocupación cristiana, y por manifiesta incompatibilidad de modo de vida, llevó a su abandono después de un incendio que lo devastó.

La construcción es a base de arcilla, cascote, arena y cal mezclados con arena roja de la región (grés de Silves), lo que proporciona una tonalidad rojiza. La restauración más importante del castillo fue parte de los grandes proyectos para la conservación de monumentos llevados a cabo en Portugal en la década de 1940.

A la entrada del castillo se encuentra una estatua en homenaje a D. Sancho I, quién en 1189 conquistó por primera vez Silves a los ocupantes almohades, último reino árabe de la región, que sería definitivamente expulsado en 1242.

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Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.