atalaya de venturada
Es una atalaya o torre de vigía cercana a Talamanca del Jarama. Es de planta circular, cuyos muros exteriores forman un perfil ligeramente troncocónico, con la existencia de 4 cuerpos en altura. Desde este punto visualizamos la Sierra de La Cabrera, el Mondalindo, la Pedriza, el Cerro de San Pedro, la urbanización de Cotos de Monterrey y los bosques que la bordean y las torres de Madrid.
El grosor de los muros de mampostería es de 1,5 m. Los restos de la torre vigía están consolidados con cemento entre las piedras que forman la mampostería.
El cuerpo inferior o base arranca de la roca y está construido en parte por mampostería, alcanzando 3 m. de altura. Sobre esta base, se alza el segundo cuerpo, donde se halla la puerta de entrada a la torre vigía, a un nivel ligeramente inferior al suelo actual, debido a la colmatación de los materiales sobre los que se sustenta. Alcanza hasta el inicio de un segundo piso, formado por el tercer cuerpo. El suelo de este piso estaba compuesto por un entramado de vigas empotradas sobre los muros, y a la que se accedería mediante una escalera de mano.
Del cuerpo superior de la estructura, que formaría el tercer piso sólo quedan restos ruinosos.
Parece que la fecha de su construcción data de finales del siglo IX, durante el emirato de Muhammad I o en el siglo X, en época califal, y formaba parte de la red de puestos de vigilancia de la Marca Media, para controlar los movimientos tanto de los cristianos del norte, como de los siempre rebeldes toledanos.
La palabra atalaya procede del árabe “talala”, pequeña torre. Las atalayas eran utilizadas, como hemos dicho, para vigilar el territorio y a las poblaciones sospechosas de desafección al régimen
político vigente, pero también para comunicarse con otras atalayas, a través de un sistema de espejos y señales de humo durante el día, y con hogueras, de noche. Este era el sistema de
comunicación que avisaba a las autoridades competentes de que había problemas, referidos, sobre todo, de la aproximación de tropas cristianas a través de los puertos del Sistema
Central.
La atalaya de Venturada formaba una línea defensiva completada por la cercanía de los puestos de El Berrueco (Torrepedrera), Torrelaguna (Arrebatacapas), El Vellón, además de la desaparecida de El Molar.
Fue declarada, junto con las otras atalayas mencionadas arriba, Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, en 1983 (Real Decreto 2363/1983 de 14 de Septiembre). Es de acceso libre.