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castillos peninsulares

sádaba

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Un documento firmado por Alfonso I en 1125 revela la existencia de un castillo en el campo de Sádaba, que, sin embargo, no corresponde cronológicamente con la construcción actual. A falta de datación documental, se puede aceptar la alusión de Moret y admitir que fue Sancho VII de Navarra quien lo mandó construir hacia el año 1223, fecha que concuerda con los elementos cistercienses que presenta. 

Este monumento castrense de aspecto sobrio a la vez que majestuoso se alza sobre un montículo rocoso, dominando toda la villa. Está levantado en piedra, con sillares bien trabajados en los que pueden apreciarse numerosas marcas de cantero y posición.

Abandona la tipología románica de torre donjón con recinto amurallado para convertirse en una especie de ciudadela torreada de fácil defensa. Esta característica lo convierte en uno de los castillos más representativos de su época, no sólo de Aragón, sino de toda España. Su planta rectangular, casi perfecta de unos 1000 m2 de superficie se robustece por siete torres almenadas. 

Una puerta con arco de medio punto da paso a un pequeño recinto en forma de recodo que dificultaba el acceso al castillo. Está flanqueado por dos torres, con saeteras abiertas sobre él, que lo convierten en un espacio de fácil defensa. Tras un pasillo cubierto con bóveda de cañón, una segunda puerta, enmarcada también por arco de medio punto, se abre al patio de armas.

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El interior conserva los restos de dos salas, el adarve o camino de ronda y el aljibe. Éste, en el centro del patio de armas, sorprende por su gran capacidad. Sus tres arcos fajones sostenían una bóveda conservada hoy parcialmente. 

Adosadas a los muros Norte y Oeste, había dos salas, de planta rectangular, divididas en dos pisos cada una. En el ala Norte todavía se puede apreciar el muro de delimitación con el patio hacia el que se abren dos puertas. 

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Especial interés por el buen estado de conservación merece la capilla, adosada al muro Oeste y abierta al patio de armas. El interior se cubre con bóveda de crucería simple que descansa sobre cuatro columnas situadas en los ángulos de la misma y coronadas por capiteles con ornamentación vegetal de tradición románica. Sobre la puerta de acceso hay un tímpano de una sola pieza, labrado con la cruz de la orden de San Juan. 

De sus siete torres almenadas destaca la del muro Suroeste, conocida como torre del rey. Situada a la izquierda de la puerta de acceso, es la de mayor altura y la que conserva más elementos nobles. Dos ventanas geminadas con parteluz de fuste liso y capitel se abren al exterior en dos de sus muros.

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Olvidado durante siglos, varias han sido a lo largo de los últimos decenios las obras llevadas a cabo por las administraciones públicas para salvaguardar del paso del tiempo este importante monumento. 

En la década de los 80, el Gobierno de Aragón realizó varias intervenciones de consolidación parcial de los muros y cimientos del castillo. En posteriores ejercicios se han realizado con ayuda de fondos europeos y de otros organismos públicos la restauración de la fábrica de mampostería de los muros y torres. 

Sobre la base de un Plan Director de Restauración y Rehabilitación del Castillo, en la actualidad y durante los últimos años, el Ayuntamiento de Sádaba viene ejecutando en diferentes fases las obras de rehabilitación y restauración del mismo, con el fin de consolidar el edificio y su entorno y realizar una recuperación funcional del Castillo.

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Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.