maella
El Castillo de los Ariño y Almazán de Maella perteneció a la Orden de Calatrava. Se localiza sobre una meseta que domina en altura a la población, y fue construído en los siglos XV y XVI, de estilo gótico tardío, está formado por dos amplios recintos de murallas con cubos en lo alto.
Impresionante mole de piedra en estado ruinoso, cuyos vestigios dan fe de un pasado esplendoroso. Fue construido en lo más alto de una loma cortada al este por el cauce del río Matarraña. El castillo conserva en su cara norte, sólidas murallas con cinco cubos semicilindricos pegados a las mismas, y en cuyo extremo oriental subiste la rampa de acceso al conjunto. Otra rampa o posible puerta de acceso se haya entre la primera portalada y el palacio vivienda; otras puertas hay asimismo en la muralla orientada al sur, donde en estos años se han llevado a cabo obras de conservación.
Debido que en 1507 este castillo pasó por compra, a manos de Miguel Pérez de Almazán, Secretario de los Reyes Católicos, y fue su hijo Juan qui procedió a la
ampliación del antiguo Castillo y, entre otras obras, edifico el palacio y labró las armas de la familia en él. Las piedras son poseedoras de
secretos que el paso del tiempo ha logrado ocultar, por ello se tiene en el pueblo la romántica tradición, que desde las bodegas había una galería subterránea que conducía a sus moradores hasta
el hoy denominado "Huerto del Señor", el cual salia al río facilitando la
huida y descenso directo hasta éste.
Al igual que en los primeros tiempos, fueron Afronio y Petreyo sus moradores. A lo largo de la Historia , otros ilustres invitados pasaron por este Catillo, como Reyes de Aragón, el escirtor francés Chateaubriand y Pignatelli. Destaca sobre todos el Conde Aranda que fue propietario.
Hoy en día y después del incendio que lo destruyo en 1837 durante las guerras carlistas, está en ruinas, Aún cuando lo que queda en pie basta y sobra, remedio triste, para imaginar su antiguo esplendor y majestuosidad.
El origen del topónimo Maella proviene del término catalán "Mà d'ella" que en castellano significa "Mano de ella". Según la leyenda, el Señor del Castillo pidió la mano de una doncella, pero ella se la negó al estar prometida con otro. Como represalia, el Señor encarceló y torturó al prometido de la joven. Intentando interceder por su prometido, la joven le concedió "literalmente" la mano al Señor de la zona, amputándosela y enviándosela en una bandeja de plata. La mano figura en el escudo de la localidad, en su cuartel central.
En cuanto al palacio, hay que decir que está situado en el rellano o plataforma superior tocando casi el límite de la muralla meridional. El amplio patio interior, y central de dos plantas sería en sus tiempos un cubo casi cilíndrico que, junto a las grandes ménsulas que hay en la fachada anterior y principal del efdificio, muestran el carácter forticado o defensivo que tuvo o se le dio.
Su puerta principal es digna de mención por su arco semicircular y, sobre todo, por su blasón señorial; las tres manzanas de los Pérez de Almazán.