berdejo
El castillo de Berdejo, Berdeio o Vergegium tuvo gran valor estratégico dada su situación fronteriza con Castilla. El rey Alfonso puso el lugar como límite de la frontera occidental aragonesa, en los años 1137 y 1138.
Su primera cita documental data de 1131, como término del fuero de Calatayud. En 1288, Alfonso III lo entregó a los unionistas, que nombraron alcaide a Juan Figueras, al que sucederían entre otros Ximén Pérez de Pina y Sancho Duerta.
Por su posición fronteriza, fue conquistado a menudo por las armas castellanas en los años 1361, 1362, 1447 y 1457 a pesar de haber sido fortificado por Pedro IV en 1357.
El castillo está situado sobre un promontorio rocoso que domina la población. Está formado por un recinto alargado de planta trapezoidal, de unos 30 por 20 metros. Tres de sus muros nacen del
borde del acantilado y se refuerzan por torreones rectangulares. El cuarto muro es la torre del castillo, cuadrada, de mampostería, reforzada por sillares en las esquinas, de unos 7 metros de
lado por 12 de altura.
En la torre se encuentra la puerta de ingreso, en arco de medio punto y adornada con moldura exterior, defendida por un foso excavado en la roca. El acceso es en recodo cubierto por bóveda bajo la torre. Sobre la puerta presenta dos plantas iluminadas por ventanas. En el centro del patio se sitúa un aljibe cubierto por bóveda.
Castillo fronterizo con Castilla que, por su situación estratégica, tuvo durante el medievo un gran valor táctico como vigía del paso hacia la meseta soriana por el valle del Manubles. En 1311 figuraba como límite fronterizo por el norte de la comunidad de Calatayud.
Su valía queda demostrada con la importancia del nombre de sus tenentes, designados directamente por la Corona. Se conoce como uno de
ellos, Ximén Pérez de Pina, de acuerdo con el infante Don Pedro, impidió que su madrastra, la reina Leonor, entregara este castillo en 1336 al castellano Ruiz Pérez de Almazán. Por su posición le
valió ser conquistado a menudo por las armas castellanas, siendo fortificado por Pedro IV en 1357.
El de Berdejo es un castillo roquero cuyos restos descansan sobre un peñón que culmina un monte inmediato al pueblo, ocupando la totalidad de su superficie. A las plantas superiores se accede desde el adarve de la muralla por una puerta de arco que lleva a la primera planta.
Quedan restos de sus cubiertas abovedadas y de la escalera que la comunicaba. A un nivel inferior se observan algunos restos del cinturón de muralla que lo defendía, conservándose una torre
semicircular muy rebajada.