navardún
A juzgar por el sufijo celta -dunum (con el significado de castillo o fortaleza) presente tanto en Navardún como en Gordún, el lugar ya estuvo ocupado por los suessetanos entre los siglos VI y II antes de nuestra era.
En torno al siglo VIII o al siglo IX se debió erigir el castillo de Navardún, aunque la primera cita documental del mismo no se produce hasta 1198. Se trata de uno de los más altos de Aragón, junto con el castillo de Biel. Formaba parte de un conjunto de edificaciones de carácter defensivo, que protegían la Valdonsella, así como el acceso al valle del río Aragón, junto con el castillo de Royta, el castillo de Sos, el castillo de Sibirana, el castillo de Luesia, el castillo de Uncastillo o el castillo de Biel.
El Castillo de Navardún se localiza en el Norte de la provincia de Zaragoza, en el valle del Onsella. Según la documentación conservada data del 880. En el año 991 los reyes Sancho Garcés II y doña Urraca lo ceden al monasterio de Leyre.
Formaba parte de un recinto fortificado de planta trapezoidal. Conserva la torre del Homenaje construida entre los siglo XIV y XV, de planta rectangular y dividida en dos por un muro. Las torres homenaje contenían los acondicionamientos necesarios para servir de refugio en tiempo de guerra.
Esta torre es de planta rectangular y construida entre los siglos XIV y XV. Sus lados miden 9 por 18 metros de lado y unos 25 de altura. Se conserva en aceptable estado de conservación aunque ha perdido el remate que sería almenado. En sus muros se observan algunas ventanas geminadas de doble arco y saeteras.
La torre debía estar rodeada por una muralla que ha desaparecido. El conjunto se disponía en torno a un patio de armas del que se conserva la puerta de acceso, hoy muy transformada.
Según la documentación conservada el Castillo de Navardún data del 880. En el 991 los reyes Sancho Garcés II Abarca y doña Urraca dieron al monasterio de Leyre las posesiones que el príncipe Ramiro tenía en la localidad, posesión confirmada en 1198 por el papa Inocencio III.
Desde principios del siglo XIII perteneció al señorío de la mitra de Pamplona y fue lugar habitual de residencia de sus obispos. En este siglo pasó al reino de
Aragón, pues en 1242 el rey Jaime I y el abad de Leyre Lupo acordaron la cesión. En 1246 fue refugio del obispo de Pamplona.
La torre Homenaje fue construida entre los siglos XI y XII. Cristobal Guitart data su construcción en una fecha posterior
a 1363. En el año 2004 se finalizaron de los trabajos de restauración y adecuación realizados por la
Diputación Provincial de Zaragoza con la ayuda de fondos FEDER.