encinacorba
El castillo de Encinacorba del que sólo quedan algunos vestigios data del siglo XIV. La torre de la Iglesia de Santa María se construyó sobre la torre del antiguo castillo de los hospitalarios, a cuya orden perteneció Encinacorba desde 1317.
El lugar perteneció a los templarios desde que el rey Alfonso II se lo otorgó en 1175, y en 1317 pasó a los sanjuanistas, en consecuencia, dispuso de un hermoso conjunto de castillo-iglesia, del que únicamente ha quedado la hermosa iglesia mudéjar del siglo XVI, cuyo campanario de ladrillo se levantó sobre el torreón del que arranca la muralla norte del castillo, donde todavía quedan en pie dos torreones.
De la muralla sólo quedan restos de sus muros en la parte baja de la iglesia y la puerta de Santa Cruz. La puerta
de Santa Cruz, siglo XVI, se trata de un arco de medio punto construido en ladrillo que corresponde a la puerta sur, desde la que se alcanzaba la ermita de Santa Cruz. Abre en dirección a la
ermita de Santa Cruz, de donde le viene su nombre.
Su arco es el único que se conserva de la antigua muralla que rodeaba la población, correspondiendo ésta a la puerta sur.
Esta bella iglesia está construida en ladrillo y como elementos arquitectónicos destacados al exterior tenemos la galería superior de arquillos, los frisos decorativos geométricos de tradición mudéjar, la citada torre que reaprovecha los materiales del castillo y mezcla la mampostería en la parte inferior con el ladrillo en la superior. Destacan los arcos túmidos (apuntados de herradura) de la parte inferior, que indican la raigambre musulmana de la construcción. En el segundo cuerpo de la torre destacan los arcos para las campanas sustituyendo a los anteriores y finalmente se hizo otro cuerpo superior más con siete ventanales y otorgando el aspecto que tiene ahora la torre.
En cuanto al interior encontramos una sola nave, con ábside poligonal típico del mudéjar aragonés, destacando la bóveda de crucería estrellada propia de la época.