cofrentes
A 394 metros sobre el nivel del mar, encumbrado en la montaña, está el castillo de Cofrentes, como remate de la parte alta de la población, a la que sobrepasa ligeramente; las empinadas calles trepan hacia lo alto hasta llegar a la fortaleza.
Tras las excavaciones realizadas en el castillo de Cofrentes, se encontraron monedas que indican que el pueblo es de origen romano, al que según dice Escolano en su “Historia del Reino de Valencia” dieron nombre de "Confluentum", sin duda por estar anclado en la confluencia de los ríos Júcar y Cabriel.
En tiempos de Sertorio, el territorio fue testigo, repetidas veces, de las batallas entre dos generales y políticos romanos, Pompeyo (el Grande) y Sertorio, por lo que se supone que el castillo existía en aquélla época, ya que en él se han encontrado restos romanos.
De aquella época quedaron esculturas, mosaicos, monedas, etc. El territorio, después de pertenecer a los romanos, sufrió las dominaciones de los godos y de los árabes, variando muchas veces la pertenencia del mismo a distintas demarcaciones y reinos.
El castillo es de planta rectangular, flanqueado de cubos y ocho torreones de mampostería, tuvo diversos pisos con góticas yeserías decorando sus salones. Ante la sólida puerta estaba el puente levadizo, indispensable para traspasarla, pero una y otra han desaparecido, y ahora sólo existe un portalón de medio punto.
Conserva bastante su aspecto exterior, aunque maltrecho por la acción del tiempo. Se mantiene en pie la elevada torre del Homenaje, a la que hace más de un siglo se le agregó en la parte superior un reloj público.
La fortaleza tuvo gran importancia por su situación en lo alto del monte, del que baja un acantilado de casi un centenar de metros, y a cuyos pies discurre el río Cabriel que, después de hacer una pronunciada curva siguiendo el perfil de la base de la montaña, se une allí mismo al Júcar, del que es principal afluente, formando el embalse de Embarcaderos. Desde aquí, unidos los dos ríos, marchan hacia la Ribera, fertilizando sus huertas.
El Valle de Cofrentes parece que quedó excluido del convenio que establecieronRamón Berenguer IV por Aragón y Alfonso VI por Castilla, en Tudilen, el año 1151, para repartirse el territorio ocupado por los musulmanes que había de conquistar cada país; también quedó marginado en el pacto de 1179, en Cazorla, entre Alfonso II El Casto de Aragón (Primer rey de la Corona de Aragón) y Alfonso VII de Castilla.
En la época islámica, pertenecía al Reino Musulmán de Murcia, y estaba regido por Ibm Mardanisch, entre los años 1147 y 1172. En el siglo XIII, el reino árabe de Valencia fue conquistado por el Rey de Aragón Jaume I el Conqueridor (1208-1276). El día 26 de marzo de 1244 se firma el tratado de Almizra, entre Jaume I y el Infante Alfonso de Castilla, que sería el futuro Alfonso X. En dicho tratado se trazó la frontera entre ambos reinos, siguiendo una línea imaginaria que desde Biar discurre por la sierra de Villena, quedando la localidad de Cofrentes dentro de la influencia de la Corona de Castilla.
Esto dio ocasión a que los castellanos la conquistaran a los moros, siendo el pueblo adjudicado al infante Sancho, primogénito del rey Alfonso X de Castilla; pero, por acuerdo entre Pere I El Gran, de Valencia y el citado rey castellano, en 1281 varias poblaciones fronterizas se incorporaron al Reino de Valencia, comprometiéndose al infante que poseía el señorío de Cofrentes a entregarlo, por lo que pasó al patrimonio de la Corona Valenciana.
Fue, entre otros, desde 1282 patrimonio de: Alfons II(el benigne), que posteriormente, en el año 1329, lo dona a su esposa Doña Leonor, a consecuencia de esta donación, pasa a reincorporarse el castillo al Patrimonio Real de Pere II (el del punyalet) en el año 1369. Durante el reinado de Joan I (el caçador), pasa a pertenecer el castillo de Cofrentes, por venta del mismo, al Marques de Villena.
Durante el siglo XV, se tiene constancia sobre la posesión del castillo de Cofrentes, que en el año 1403 pasa a pertenecer al Duque de Gandia, pasando a pertenecer en el año 1414 a Doña Leonor de Villena, pasando a pertenecer en el ultimo cuarto del siglo al Conde de Oliva.
En el siglo XVI, no se tiene documentación oficial de la propiedad del castillo de Cofrentes, las únicas noticias que se tienen son escritas por D. J. Pinazo, en su libro que se titulaba "Cofrentes y su historia". Basándonos en la información recogida en este libro, se cita que el castillo y tierras de Cofrentes pasaron a pertenecer de D. Juan de Navarra, a los Marqueses de Demás y que estos con motivo del enlace matrimonial de Doña Isabel Ladrón con el Duque de Castro, le donaron el castillo de Cofrentes como regalo de bodas.
Luego paso a pertenecer a la familia de los Mendoza y por ultimo pasa a pertenecer al Conde de Osuna. En el siglo XVII, el castillo de Cofrentes pasa a pertenecer a D. Pedro Centelles Borja, duque de Gandia, cuando la expulsión de los moriscos.
Al subir al trono Felipe II convocó en el año 1566 en Madrid una Junta que aprobó una pragmática en la que obligaba a los moriscos, entre otras cosas, a aprender la lengua castellana. Tenían que dejar sus nombres y apellidos árabes, para poder tomar nombres cristianos, prohibiéndoles usar sus vestimentas moras, escribir o hablar en su idioma y ni practicar sus ceremonias religiosas. Con motivo de esta pragmática, el pueblo morisco presentó quejas. Durante el reinado de Felipe III, el día 22 de septiembre de 1609, se decretó el bando de expulsión de los moriscos, que duró hasta el año 1610.
Con motivo de dicha expulsión, la agricultura quedó completamente abandonada, y el pueblo de Cofrentes pasó de 739 habitantes a albergar tan sólo a 17 vecinos. Posteriormente fueron repobladas por el Duque de Gandia al que pertenecían como feudo las tierras abandonadas por los moriscos. El último señor de Cofrentes fue el Duque de Osuna.
Posteriormente, en el siglo XVIII, con motivo de la guerra sucesión, conquistan el castillo-fortaleza las tropas borbónicas de Felipe V, siendo los habitantes de la localidad partidarios del Archiduque Carlos.
Más tarde las tropas francesas al mando del coronel Granier arruinaron el castillo y quemaron el archivo municipal en la Guerra de la Independencia, siendo reparados lienzos de murallas y torreones en las contiendas carlistas.
El 22 de Marzo de 1785 Carlos III al establecerse una nueva división territorial de España, que se distribuía en 13 circunscripciones que se denominaron Gobernaciones, una de ellas se llamó Cofrentes, con capitalidad en esta población. Durante la ocupación francesa se crearon unos Departamentos, que se denominaron Prefecturas, divididas en Subprefecturas. Cofrentes fue una de las Subprefecturas o partidos pertenecientes a la Prefectura de Alicante, comprendiendo 12 pueblos. Durante el siglo XVIII, Cofrentes, tras las distintas reformas administrativas, formó parte definitivamente de la provincia de Valencia.