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castillos peninsulares

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Este castillo fue erigido en la cima del monte de los Zafranes, en cuya ladera se sitúa la población. Se desconocen sus orígenes, si bien por los restos de época romana hallados en sus alrededores se podría considerar que tiene este origen. Aunque quedan algunos vestigios en pie, en la actualidad se encuentra en un notable estado de ruina. Desde 1929 goza de protección legal.


Ademuz no empezó a tener importancia hasta la dominación musulmana, siendo refortificado en este periodo. Pedro II de Aragón conquistó Ademuz en el año 1210. Más tarde pasó nuevamente a manos musulmanas, hasta que Jaime I lo reconquista ya definitivamente en el año 1259.


En el año 1319 la Orden de Montesa estableció una Encomienda en la comarca. En el año 1656 un fuerte terremoto afecto al castillo. Por último, durante las Guerras Carlistas del Siglo XIX sirvió de base para las tropas del Pretendiente, por lo que se libró allí una batalla en 1837 que enfrentó al Serrador contra el ejército.


Los orígenes del castillo de Ademuz se remontan a la época musulmana, cuyas fuentes documentales ya dan testimonio de la existencia de la fortaleza de Al-Dāmūs, dentro de la red defensiva que discurría por el río Turia, en el Shark-al-Andalus u oriente peninsular. Su ventajosa ubicación, aprovechando un corte vertical del terreno a la parte de mediodía del cerro de los Zafranes, en cuyas faldas se asienta la villa, lo hacía inexpugnable por ese lado y constituyó un gran obstáculo para su conquista en 1210 por Pedro II de Aragón, con la decisiva ayuda de los caballeros de la orden del Hospital y, especialmente, de la orden Templaria.

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Con la conquista cristiana del siglo XIII, los Templarios recibieron algunas rentas y privilegios en la villa de Ademuz, que más tarde (a principios del siglo XIV) pasarían a la nueva orden de Montesa, que instituyó una encomienda en Ademuz. Los nuevos pobladores decidieron erigir la primera iglesia parroquial de Ademuz en el lugar más seguro: al amparo de los muros del castillo. Esa primitiva iglesia parroquial estuvo bajo la advocación de san Pedro. La antigua parroquia desapareció destruida en el terremoto de junio de 1656, cuando ya estaba en funcionamiento la actual iglesia arciprestal de san Pedro y san Pablo, consagrada en 1644 en la plaza del Rabal, mucho más accesible. El seísmo tuvo lugar la mañana del 7 de junio, destruyendo además gran parte del castillo, la Casa de la Villa y numerosas casas. En las postrimerías de ese siglo e inicios del siguiente se construyó la ermita de santa Bárbara, cuyos muros ruinosos todavía pueden observarse hoy dentro del perímetro del castillo.


Durante toda la Edad Media la fortaleza de Ademuz, con su iglesia parroquial dentro, continuó jugando un importante papel defensivo, al constituirse como una villa y castillo de frontera, ahora con el reino de Castilla. Es por ello que los monarcas aragoneses se preocuparon bien de mantenerla en condiciones operativas ante eventuales ataques. De hecho, junto a la vecina fortificación de Castielfabib, resistió heroicamente las invasiones de las tropas castellanas de Pedro I de Castilla en el curso de la llamada Guerra de los Dos Pedros (1356-1369). Destruida y reconstruida en varias ocasiones a lo largo de la historia, especialmente durante las guerras carlistas del siglo XIX, todavía pueden distinguirse algunos fragmentos de muros y cimientos. La reciente habilitación del lugar como zona recreativa, ha convertido el castillo de Ademuz en uno de los mejores miradores de la comarca del Rincón de Ademuz.


Además del castillo propiamente dicho, la villa de Ademuz contó con un cinturón de muralla que abrazaba la población y, al menos, cuatro puertas, de las cuales únicamente subsiste en la actualidad el Portal de San Vicente. Tanto de la fortaleza como de las murallas existe abundante documentación archivística: de las obras realizadas por la realeza, del nombramiento de alcaides, del avituallamiento, etc.

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Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.