ruinas Loarre Manzanares Segovia Coca Ampudia Ponferrada Butrón Bellver Peñafiel Olite Almodóvar Alarcón Almansa Belmonte Turégano Mombeltrán Jadraque Alhambra La Mota Monterrei San Javier Aljafería La Atalaya Alburquerque Calatrava La Nueva Cuellar Sigüenza Fuensaldaña Seseña Simancas Oropesa Peñiscola Vélez Blanco Valencia de don Juan Torija Cardona Alcázar de Sevilla Alcañiz Sotomayor Consuegra

castillos peninsulares

onda

onda_cartel

El Castillo se encuentra situado a 284 m. sobre el nivel del mar y ocupa una superficie aproximada de 25.500 metros cuadrados. Ha sido codiciado desde su fundación en la época califal, llegando a ser la medina o ciudad más importante al Norte del Sarq al-Andalus en el siglo XII y convirtiéndose en el centro de las funciones administrativas de su área de influencia. La lucha por su control hizo que el mismo Cid Campeador lo conquistara para volverlo a perder ante los Almorávides en el siglo XII, hasta que el poderoso rey Jaime I “el Conquistador” se hiciera efectivo en el siglo XIII, en plena conquista, y siendo el castillo de Onda y la población entera recompensa digna de tanto esfuerzo y lucha. Fue concretamente en el año 1238, cuando Zayan, último rey moro de Valencia, rindió Onda al rey catalano-aragonés Jaime I “el Conquistador”. A partir de este momento Onda y su castillo pasaron a manos cristianas.


Tras la conquista cristiana, el castillo y villa estuvieron bajo las órdenes militares del Temple, del Hospital y de Montesa sucesivamente. A principios del siglo XIV la ciudad-fortaleza todavía debía de ser impresionante y su visión dio pie a referirse a la misma, de forma metafórica, como que tenía tantas torres como días tiene el año, de ahí el nombre de “Castillo de las 300 torres”.


Debido a su envidiable ubicación, el castillo fue testigo y participó en numerosos conflictos bélicos como: la guerra de Castilla en el siglo XIV, la de las Germanías en el XVI en la que fue cuartel general del Duque de Segorbe en la represión mudéjar de la Sierra de Espadán, la de Sucesión en el siglo XVIII en la que se mantuvo fiel a la causa borbónica e incluso las tropas napoleónicas lo ocuparon en 1812.

En 1840, después de las guerras carlistas, la fortaleza fue rehabilitada y finalmente, durante la Guerra Civil del 1936, el castillo también tomó parte en diversos enfrentamientos entre ambos bandos.

Entre 1920 y 1948, el Castillo se utilizó como Colonia Escolar por los padres carmelitas, construyéndose los edificios de la Escuela y la Iglesia sobre antiguas estructuras. En 1938, durante la Guerra Civil, el castillo fue bombardeado ocasionando graves desperfectos en las construcciones. En 1948, tras el cierre de la Colonia Escolar del Castillo, la fortaleza sufre una profunda degradación debido al abandono de la misma.

onda

La estructura de la fortificación musulmana se encuentra enterrada bajo la muralla actual, aunque en algunos casos, como el de la entrada, podemos observar los muros originales adosados a los que actualmente conforman el lienzo de muralla. En el transcurso de los siglos, se han producido diversas actuaciones que han modificado la ordenación primitiva de este espacio. La más significativa fue la realizada durante las guerras carlistas del siglo XIX.


Estructura del castillo y edificio de recepción

La ciudad-fortaleza comprendía dos espacios, por un lado la medina amurallada o ciudad civil, con una primera línea de muralla y el castillo o ciudad político-militar.

En el castillo, por su parte, se diferencian dos recintos: uno sería el albacar que era la segunda línea de muralla y el segundo, la alcazaba, lugar de residencia del oficial, del sultán o alcaid, en la parte más elevada del castillo, formando la tercera y última línea de muralla.

El edificio que se encuentra a la entrada del castillo es la recepción o zona de acogida al visitante. Fue levantado por los frailes carmelitas a principios del siglo XX y funcionó como colonia escolar entre los años 1920 y 1950 que únicamente fueron interrumpidos durante la guerra civil española.

Para la construcción del edificio, los frailes aprovecharon la estructura todavía existente del aljibe principal del castillo árabe que suministraba de agua a todos aquellos que vivían en el interior de la fortaleza.


Museo de Historia Local y albacares interior y exterior

El albacar se denominaba a la zona fortificada que daba refugio a aquellas gentes que subían al castillo en búsqueda de cobijo o protección.

Esta parte de la fortificación musulmana era la antesala de la alcazaba y en ella se ubicaban el cuartel, los pabellones de los oficiales, el cuerpo de guardia, el horno, el aljibe, el depósito de comestibles y cuatro torres avanzadas.

Este edificio, al igual que el de la recepción, también fue levantado a principios del 1900 por los frailes carmelitas y por aquel entonces su función era otra muy diferente a la actual, se trataba de una iglesia.

En su interior se exhibe un magnífico y singular conjunto de yeserías musulmanas procedentes de una casa palaciegahispano-musulmana de principios del siglo XIII que se encontraba en el centro histórico.

Además de estas yeserías, en el museo también encontraremos numerosos restos que atestiguan el paso de diversas civilizaciones por la ciudad así como gran cantidad de piezas de diferentes épocas y estilos.

En la parte norte del albacar interior y en su parte inferior, encontramos el albacar exterior donde podemos observar los restos de las construcciones que en su momento fueron edificaciones que daban cobijo a aquellas personas que temporalmente se alojaban en el castillo buscando protección.


Alcazaba

Residencia del alcaide en época musulmana, del comendador de Montesa y de los sucesivos gobernadores, defendido por la tercera línea de muralla, y espacio de uso eminentemente militar.

Ante todo, nos encontramos en un palacio islámico datado del siglo XI con toda su planta íntegra, que evidencia estrechas relaciones con otro palacios coetáneos, especialmente con la Aljafería de Zaragoza.

El perímetro del palacio aparece rodeado de una fuerte estructura defensiva de muros y torres en perfecta simetría con un total de 12 torres, 4 de ellas en las esquinas, 3 en sus lados mayores y 1 en los menores.

El núcleo principal del palacio ocupa 1.085 m2 de superficie, que corresponderían a la casi totalidad del recinto superior de la fortaleza que comprende 1.200 m2 en forma poligonal.

La zona principal del palacio, área residencial y protocolaria, es de planta rectangular de 35x31 metros y se organiza a partir de un patio central de crucero, siendo ésta una de las características de la arquitectura residencial andalusí. Alrededor del patio, con el eje mayor orientado norte-sur, se disponen todas las estancias y aposentos: salones rectangulares precedidos de pórtico en los lados mayores (norte y sur) y dependencias de servicio en los lados menores (este y oeste).

En el lado sur del patio aparece una alberca cuadrada y aunque no conocemos con exactitud su profundidad, suponemos que sería aproximadamente de 1 metro. Presenta un acceso escalonado con 6 peldaños y un sistema de evacuación. El patio fue el centro del palacio donde se cultivaban hierbas aromáticas y era utilizado como jardín.

En los lados norte y sur del palacio aparecen salones nobles con pórticos. Estos salones de 35x6 metros, se subdividen en tres estancias: una central, mayor y de carácter protocolario, y dos alcobas menores en los laterales. La entrada a los salones se realizaría por una triforá, de las cuales quedan apenas los basamentos sobre los que se alzarían las columnas.

En el lado sureste del salón sur, fuera de la habitación principal, se documenta una zona de cocinas con su acceso desde el andén (zona que comunicaba el patio con el resto de estancias) y una letrina en el espacio angular. La altura de dichos salones debió estar entre los 4 y 5 metros.

En los lados laterales del patio, Este y Oeste, aparecen habitaciones menores accesibles desde el andén. En el lado Este podemos distinguir una letrina y el sistema de canalización de aguas pluviales, así como la evacuación del patio hacia el exterior.

El verdadero acceso al palacio lo encontramos en el lado sureste. La zona exterior a dicho acceso aparece cercada por muros y torres salvo en el flanco sur (este espacio posteriormente fue remodelado y cubierto en el siglo XVI, cambiando la configuración de la alcazaba a un recinto poligonal). Es en esta zona donde se han producido los últimos y más importantes hallazgos: la puerta principal, un aljibe de grandes dimensiones y una serie de dependencias que debieron funcionar como caballerizas.

La gran puerta está flanqueada por dos torreones semicirculares. La presencia del aljibe nos permite saber con certeza que el palacio se abastecía de agua de lluvia, pues su elevado emplazamiento hacía muy difícil y costoso cualquier otro sistema de suministro. Sus dimensiones son muy grandes, 13 metros de largo por 4,50 de ancho por 7 metros de alto y esto sólo se explica por el hecho de que se encontrara en el interior de un palacio donde la demanda de agua era mayor de lo habitual y debido también a la existencia de una alberca y al riego frecuente del jardín.

Template by Clairvo Yance
Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.