alcudia de veo
El castillo de Alcudia de Veo es una fortaleza que se sitúa sobre un monte de fuertes pendientes frente a la población, a la orilla izquierda del río Veo, a unos 600 metros de altitud y unos 100 sobre el nivel del pueblo.
Declarado Bien de Interés Cultural. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Se encuentra en estado de ruina progresiva y casi oculto por la vegetación que lo envuelve y dentro de una finca de propiedad privada.
Se encuentra dentro del parque natural de la Sierra de Espadán. Alcudia de Veo, antigua alquería islámica, fue abandonada por los moriscos tras su expulsión en 1609 y ocupado por repobladores cristianos. Tras el decreto de expulsión de los moriscos, sus habitantes se sumaron a la sublevación de la Sierra de Espadán, logrando resistir durante algún tiempo en la fortaleza. A pesar de la falta de documentos al respecto, su origen es sin duda islámico.
El castillo perteneció a la casa de Jérica, fue conquistado tardíamente y formaba parte del Alcadiazgo de Eslida que comprendía los castillos de Eslida, Aín, Sueras, Alcudia de Veo y Jinquer.
Se encuentra en lo alto de un monte dominando la población de L´Alcùdia de Veo, una de las cuatro poblaciones que se encuentran en el término municipal de Alcudia de Veo, siendo las otras tres Veo, Jinquer, hoy deshabitada como también la de Benitandús. Se pude acceder a él partiendo de la fuente de San Pedro y subiedo por un empinado sendero que , a través de la "rocha de castillo", conduce hasta el castillo.
Sus ruinas siguen manteniendo un imponente porte que habla de la importancia y tamaño que debió tener en su época de esplendor. Puede observarse todavía la práctica totalidad del perímetro amurallado y restos de la torre del homenaje y otras auxiliares. Por su emplazamiento y lo evocador de sus ruinas resulta uno de los más bellos parajes de la sierra.
El castillo se encontraba defendido por varios recintos amurallados. El recinto exterior de la fortaleza parece islámico, con fuertes torres de tapial con cuatro niveles de edificación con saeteras, conservando las almenas.
A este recinto anterior se añadió posteriormente un torreón circular cristiano de mampuesto rodeado de un antemuro propio, la llamada torre del homenaje. Este segundo conjunto defensivo está situado a mayor altura y tiene también un recinto anejo para albergar la puebla, asimismo de cal y canto.
Ante este último recinto hay otro intermedio, tal vez el original musulmán, cimentado en tapial y recrecido en mampostería en alguna zona, configurando un cinturón defensivo doble, que bordea el extremo del cerro.