eslida
El castillo de Eslida se sitúa sobre una cima que corona la población al sur de la localidad, l'Alt de l´Aljub, en la orilla derecha del río Anna, ubicado en el Parque Natural de la Sierra de Espadán, y en el que abundan los bosques de pinos y alcornoques.
Los orígenes de Eslida son inciertos. Hay vestigios de la Primera Edad del Bronce en la 'Cova de l'Oret, y algunos historiadores la identifican con la 'Oleastrum' que cita Estrabón durante la época romana. Muy probablemente, el castillo se alza sobre el lugar que ocupaba una fortificación romana anterior.
Durante la dominación islámica tuvo cierta importancia, fue cabeza del 'Alcadiazgo de Eslida' que comprendía los castillos de Aín, Mauz, Alcudia de Veo y Jinquer. Jaume I la conquistó entre la Cuaresma de 1238 y la toma de València (9 de octubre). El monarca le otorgó carta de población en 1242. En 1258 fue donada a Galcerán de Moncada, y después pasó a la baronía de Xrica y al ducado de Segorbe.
El castillo fue uno de los más importantes de la comarca. Se unió a la rebelión de Al-Azraq de 1247 y participó activamente durante la sublevación morisca de la Sierra de Espadán de 1526. Eslida mantuvo una numerosa población musulmana, por lo que se vio muy afectada por las revueltas moriscas y su expulsión en 1609 causó su total despoblamiento.
En 1612 se otorgó una nueva Carta Puebla por la que se repobló la Baronía de Eslida, que en 1633 pasa a manos de la Casa de Medinaceli, que construyó un horno, un hostal y varias almazaras en enfiteusis, dando nuevo esplendor a la villa. Algunos de estos edificios todavía se conocen como La Casa del Duc, y la calle del Porxet. En 1910 alcanza el máximo de su población con 1.522 habitantes.
El conjunto del castillo contaba con una torre auxiliar, puente levadizo, aljibes, varias dependencias y la torre del homenaje. El castillo conserva un gran tramo de sus murallas que formaban una planta poligonal irregular, restos de algunas torres, la torre del homenaje con dos torres de planta circular adosadas a sus ángulos laterales, que debieron darle un aire de personalidad insospechada.
La Torre Mayor o del Homenaje es su elemento más valioso. Es de planta triangular y de cuerpo prismático con dos torres gemelas angulares a manera de cubos defensivos, lo que la convierten en singular dentro de la castellología valenciana. La torre del homenaje, junto con la del Castell de la Mola de Novelda, son los dos únicos ejemplares de planta triangular de la Comunidad Valenciana y muy poco comun en del territorio español.
Los muros están realizados con argamasa y piedras. Se encuentra en estado de ruina progresiva.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
