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la atalaya

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El Castillo de la Atalaya o de Villena se levanta sobre una estribación del monte de San Cristóbal o de la Villa, en la localidad de Villena, al noroeste de la provincia de Alicante (España), próximo a la línea de separación con la provincia de Albacete y domina la antigua línea fronteriza en Castilla y Aragón.

 

Fue construido por los árabes en fecha desconocida, aunque no después del siglo XII, ya que las fuentes árabes ya lo mencionan en el año 1172. Se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que la fortaleza se asiente sobre una fortificación o villa romana anterior, aunque la arqueología no ha arrojado luz a este respecto.

 

Fue una importante plaza fuerte de los musulmanes, y muestra de su robustez es que las tropas de Jaime I tuvieron que asediarlo tres veces para conseguir tomarlo, finalmente, en 1240. Pese a haber sido conquistado por los aragoneses, pasó a manos castellanas en virtud del Tratado de Almizra. Primero se dio en tenencia a los caballeros de Calatrava, pero pronto pasó en poder del infante Manuel de Castilla al ser nombrado señor de Villena. A su muerte, a manos de su hijo, el insigne escritor don Juan Manuel. Éste desposó a la infanta Constanza de Aragón, hija de Jaime II a la edad de 6 años, y la tuvo recluida en el castillo de Villena hasta que cumplió los doce años y pudo consumar el matrimonio. La estancia de Constanza obligó a don Juan Manuel a efectuar reformas para mejorar la seguridad de la plaza.

 

Después del linaje de los Manueles, fue Alfonso de Aragón y Foix el poseedor de la fortaleza, al ser nombrado primer marqués de Villena. Si hubo rastros del paso del primer marqués por el castillo, don Juan Pacheco, segundo marqués de Villena, se encargó de hacerlos desaparecer. A él se deben los revestimientos de los muros, el segundo lienzo de muralla y las plantas tercera y cuarta de la torre, que convirtieron la fortaleza en un castillo-palacio. En 1476, alentado por los Reyes Católicos, el pueblo de Villena se sublevó contra el marqués Diego López Pacheco en una asonada que costó la vida a miles de judíos y conversos que se habían refugiado en el castillo. Desde entonces, ni la ciudad ni el castillo salieron de los dominios reales, y el marquesado quedó convertido en título honorífico.

la atalaya

La puerta principal de acceso al castillo está orientada al NO, aunque existen otras dos más pequeñas que se encuentran cegadas en la actualidad. A lo largo de la parte superior del lienzo de muralla exterior corre un camino de ronda que comunica todas las torres entre sí. La puerta de entrada a la plaza de armas está orientada al SO.

 

El recinto de la plaza de armas es de planta poligonal y dispone de torres cúbicas en los ángulos, excepto en uno, donde se localiza la torre del homenaje. Estos muros fueron construidos en época almohade y revestidos en el siglo XV por orden de don Juan Pacheco. Por encima de este lienzo de muralla también corre un camino de ronda, que comunica directamente con la torre del homenaje. Tanto las torres como los muros están rematados por almenas rectangulares.

 

La torre del homenaje, de planta cuadrangular, es la estructura más característica del edificio y destaca y se eleva por encima del resto del conjunto. Los dos primeros cuerpos se construyeron en época almohade mediante una técnica de encofrado denominada tapial. La entrada principal da acceso a una sala cuadrada de 7 x 7 metros, cuyo muro tiene de media 3,5 metros y que carece de puntos de iluminación aparte de la propia puerta. Los dos cuerpos superiores se construyeron por orden de don Juan Pacheco a mediados del siglo XV a base de mampostería.

 

En 1811, durante la Guerra de la Independencia, el mariscal Suchet hizo volar parcialmente las cubiertas de la torre, entre ellas las bóvedas almohades, rompiendo la parte central de las mismas y haciendo desaparecer aproximadamente una tercera parte de su superficie. Se restauraron por primera vez en 1958 y la última intervención tuvo lugar en 2000. La estructura de la plementería ya no puede observarse dado que en la última actuación que llevó a cabo la Conselleria de Cultura de la Generalidad Valenciana se ha enlucido toda la bóveda, con lo que no se puede distinguir la forma de resolver la intersección de las nervaduras.

 

Fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931. Además, ha sido restaurado en diversas ocasiones, por lo que en la actualidad se encuentra en buen estado de conservación.

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Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.