biscarri
El Castillo de Biscarri está ubicado en el antiguo pueblo del mismo nombre muy cerca de la iglesia románica de San Andrés de Biscarri. Fue uno de los castillos en que el conde de Urgel basó su conquista del Pallars.
Es uno de los castillos donados por el conde Ermengol III a Arnau Mir de Tost, destacado combatiente de los condados de los Pirineos, que se le conoce actualmente como El Cid de Lérida. En su testamento del año 1071, lo cede a su hija, la condesa Valença, y a su nieto, Arnau. Esta donación fue confirmada en 1077 por Ermengol IV, pero manteniendo el señorío a favor del conde de Urgel.
En el siglo XIV, aparece en manos de canónigos de la Seo de Urgel, en las que permaneció ya hasta la extinción de los señoríos, en 1831. Hoy en día el estado del castillo es de ruina quedando en pie alguno de los muros más altos.
En el pueblo de Biscarri hay algunos restos que nos remontan a tiempos muy antiguos. Se encuentra una punta de lanza de bronce, conservada en la colección Sala Moles, de Vich. Además, en Cal Basturs se conserva un fragmento de inscripción romana.
El 1079 este pueblo había sido dado por conde de Urgel Ermengol de Gerp a los condes de Pallars, Ramon y Valencia, y su hijo Arnau.
Durante la Guerra civil española el pueblo viejo quedó casi totalmente destruido, debido a que se encontraba justo en el límite de las defensas del ejército republicano, en un frente
que quedó estabilizado, con seguidos bombardeos desde el bando franquista, durante casi un año. Las ruinas del pueblo viejo están todavía visibles, al abrigo de la iglesia románica de San
Andrés.
El pueblo ya había sufrido un proceso de abandono progresivo a lo largo del primer tercio del siglo XX, de modo que en 1936 ya no vivía prácticamente nadie. Como las casas todavía estaban bien y sus tejados, fueron ocupadas por los fugitivos del frente de guerra, principalmente de Isona, y fue en 1938 cuando recibió directamente las consecuencias del duro enfrentamiento bélico que tuvo como escenario la Conca Dellà.