cebolla
El castillo de Villalba se encuentra a las afueras de la localidad de Cebolla, al norte de la provincia de Toledo.
El castillo de Villalba fue construido por los musulmanes, probablemente entre los siglos XI y XII, sobre los restos de una fortaleza romana erigida para controlar y defender el paso de la
calzada romana que unía Toletum (Toledo) con Emerita Augusta (Mérida) por la orilla izquierda del río Tajo.
En la Edad Media pasó a formar parte de la Orden del Temple, dependiendo de Montalbán, y fue rehabilitado. Perteneció después a los López de Ayala (Condes de
Fuensalida), a los Condes de Oropesa, a los Duques de Frías y, por último, a los Condes de Deleitosa, los actuales dueños del castillo.
El castillo de Villalba corresponde a una construcción medieval con restos romanos. El avanzado estado de deterioro del castillo no permite ver muchos detalles,
tan sólo su estructura, que contiene obras que van desde el siglo XI al XII.
Sus muros fueron construidos con cantos rodados unidos mediante una fuerte argamasa de cal. Se encuentra en estado de ruina avanzada.
Su planta es de forma casi rectangular, y tenía una barrera exterior de la que pueden verse algunos restos en uno de sus lados. No tiene torre del homenaje pero sí torres rectangulares en cada una de sus cuatro esquinas, de las que hoy día sólo se mantiene en pie la de la esquina izquierda de la fachada principal. También tiene torres rectangulares en el centro de tres de sus lados. En la fachada principal se encuentra la puerta de acceso, con arcos de medio punto, que está protegida por sendas torres cuadradas situadas a ambos lados de la misma. Carece de matacanes, voladizos o fosos, y su interior se encuentra totalmente destruido.