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El Alcázar de Toledo es un majestuoso e imponente edificio construido sobre rocas en la parte más alta de la ciudad de Toledo. Los restos de las estructuras anteriores dejan salir a la luz que este lugar siempre fue fortificado.

La privilegiada situación en la que se encuentra le otorgaba un gran valor estratégico militar. Desde él se puede observar y controlar todo lo que sucede en el horizonte, lo cual supieron y utilizaron en beneficio propio los diferentes pueblos y culturas que se asentaron en esta gran construcción. Su primera edificación se realizó en el siglo III con la intención de convertirse en un palacio romano. Posteriormente, con la invasión musulmana, se reedificó con el objetivo de convertirse en un edificio destinado a la defensa de la alcazaba. De esta época es originario su nombre. Los musulmanes lo llamaron Al Qasar, que en castellano significa Fortaleza. A pesar de que por aquellos entonces no tenía el aspecto que podemos observar hoy, sí que poseía cuatro torres de vigilancia edificadas sobre un espacio cuadrado similar al que encontramos en la actualidad.

Cuando acabo la época musulmana, allá por la baja Edad Media, se realizaron diversas reformas durante los reinados de los diferentes monarcas desde Pedro I el Cruel hasta los Reyes Católicos. Todas ellas con el objetivo de convertir al Alcázar de Toledo en una morada regia.

El Alcázar de Toledo siguió sufriendo distintas modificaciones hasta la llegada a Toledo del Emperador Carlos V, que lo derribó con intención de construirse desde cero una residencia digna de un monarca en esta ciudad. Así, tiró abajo las paredes de lo que era algo parecido a un castillo medieval y empezó a construir el maravilloso Alcázar de Toledo que podemos observar hoy en día. Para su construcción, encargó la dirección de las obras a los arquitectos Alonso de Covarrubias, Francisco de Villalpando y Juan de Herrera. La intención era construir una mole regia y cuadrada con una ornamentación sencilla y muy clásica, con capiteles corintios y compuestos.

Uno de los espacios más bonitos es, sin duda, el gran patio central que está rodeado por dos galerías presididas por la figura del emperador. En el exterior se pueden ver, en las esquinas, los torreones acabados en pizarra negra.

El Alcázar de Toledo se construyó para ser residencia de reyes pero nunca llegó a utilizarse con tal fin al convertirse Madrid en la capital. En cambio, sí que vivieron entre sus muros varias reinas como María de Austria o Juana de Neoburgo. A lo largo del tiempo ha tenido diferentes usos como cárcel de la Corona, cuartel militar, Academia de Infantería e incluso lugar para realizar talleres.


El impresionante edificio ha sido pasto de las llamas en varias ocasiones. Algunos de estos incendios fueron provocados y otros fueron fortuitos. Se quemó en la Guerra de Sucesión, en la Guerra de la Independencia dos veces y en 1887. Debido a estos incendios y al posterior abandono tuvo que reconstruirse, casi completamente, en 1940, trás la Guerra Civil ya que fue utilizado por el entonces coronel José Moscardó como punto defensivo y de resistencia de la Guardia Civil y resultó casi totalmente destruido por las tropas leales a la Segunda República y los milicianos, durante un asedio que duró setenta días, del 21 de julio al 27 de septiembre de 1936. Fue liberado ese día por las tropas al mando del general José Enrique Varela y visitado al día siguiente por Francisco Franco, jefe de las tropas sublevadas. La propaganda franquista convirtió el asedio del alcázar en un símbolo del heroísmo durante la guerra.

En octubre de 1998 se convirtió en la sede de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, que se creó integrando los fondos y servicios de la Biblioteca Pública del Estado en Toledo (ubicada hasta entonces en la Casa de la Cultura, en la parte trasera del Museo de Santa Cruz) con los de la Biblioteca Regional (ubicada hasta entonces en el Palacio de los Condes de Oñate). A partir de julio de 2010 es sede del Museo del Ejército procedente del antiguo Salón de Reinos de Madrid. Aún podrían verse balas perdidas de la Guerra Civil incrustadas en las paredes del alcázar.

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Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.