moclín
Moclín ocupó una posición de primer orden en el sistema defensivo de la zona, pues, tras la conquista castellana de las fortalezas de Alcaudete (1340), Alcalá la Real y Castillo de Locubín (1341), que eran los tres principales bastiones de la red defensiva de este sector, Moclín pasó a una posición de primer plano en la defensa del reino nazarí.
Aunque existen referencias sobre Moclín desde el siglo IX, es a partir del siglo X cuando se generalizan las noticias, ya que se convirtió en punto principal de ataque de las correrías y escaramuzas de uno y otro bando, que fueron en aumento hasta su conquista, en 1486. En el año 1319, los infantes Pedro y Juan, en su expedición contra el reino nazarí, que acabó con la muerte de ambos en las puertas de Granada, pasaron por Moclín y devastaron su término. En el año 1331, Alfonso XI y Muhammad IV firmaron una tregua, pero los castellanos incumplieron más de una vez lo pactado, como lo demuestran las correrías que llevaron a cabo en la localidad.
Poco después, en el año 1340, Alfonso XI eligió la conquista de Alcalá la Real. Su contrincante, Yusuf I, elegía Moclín para acampada de la tropa musulmana. Tras su conquista, en el año 1341, los castellanos escoltaron hasta Moclín a los yashufíes y los liberaron.
Entre los años 1341 y 1454 las escaramuzas en ambos sentidos no cesaron, aunque no condujeron a ningún resultado definitivo.
En el período en que Moclín fue frontera también existieron momentos de pacificación y entendimiento, desarrollándose en Puerto Lope intercambios comerciales entre ambas culturas, excepto en mercancías como armas, caballos, trigo y plata.
Finalmente, los Reyes Católicos, en su guerra total contra Granada, vieron necesaria la toma del lugar, llave y escudo de Granada. En Septiembre de 1485, el Conde de Cabra dirigió una hueste de cien caballeros y tres mil peones contra la localidad y El Zagal, enterado de los planes del cristiano, apostó en la fortaleza a mil jinetes y más de mil infantes. El resultado fue un estruendoso fracaso de los castellanos en los Campos de la Matanza. La conquista definitiva de la fortaleza se llevó a cabo el año siguiente, después de la caída de Loja. La población capituló el 26 de Julio de 1486, tras tres días de asedio.
Moclín continuó siendo una plaza de vital importancia, hasta la toma de Granada, lo cual se refleja en el mismo texto de las Capitulaciones para la entrega de Granada. Tras la rebelión y expulsión de la población morisca, se procedió a la repoblación del lugar con personas procedentes del Norte peninsular.
El castillo de Moclín es una de las mejores piezas defensivas de la época Nazarí, y el único que conserva el cinturón de murallas al completo. Consta de un recinto militar en la parte más alta, y el que peor conservado está, y de cinturón amurallado en la parte más baja.
El recinto inferior se conserva en su mayor parte y en él destaca la torre puerta de acceso al conjunto, en el cual se combinan elementos defensivos, entrada en doble recodo, y simbólicos, como el escudo de la dinastía nazarí y la llave, ubicados en las claves de ambos arcos. La primera cinta amurallada es de mampostería, en hiladas enripiadas, reforzada en sus ángulos por sillares de arenisca, rematada por un hormigón de cal, que forma el almenado.
El recinto superior, situado en la parte más alta del cerro, a 1117 metros de altura, es de forma ovalada. Su perímetro amurallado, reforzado en su flanco norte y sur por otra línea de muralla, está compuesto por numerosas torres macizas, tanto de planta rectangular como semicircular. En la parte occidental cabe destacar dos elementos arquitectónicos: la torre del homenaje y el aljibe. La torre del homenaje es de planta rectangular y se encuentra en estado ruinoso. El aljibe sobresale una parte del nivel natural del terreno. Con una capacidad de 506 metros cúbicos, es una de las pocas cisternas hispanas con bóveda de medio cañón hecha con el mismo hormigón que los muros, que tienen un grosor de casi dos metros. En lo que fuera mezquita hoy se levanta la iglesia del Cristo del Paño.
El castillo presenta un aspecto lamentable debido al bombardeo sufrido durante la Guerra Civil. Hasta entonces este castillo era uno de los mejor conservados de Andalucía. El cinturón de murallas se conserva casi completo.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.