mombeltrán
El Castillo de Mombeltrán, también conocido como el Castillo de los Duques de Alburquerque, es uno de los castillos más originales de Ávila y de España dado que sus formas no son del todo convencionales y que se encuentra enclavado en un entorno de extrema hermosura. Un monumento imponente dentro de un paraje excepcional de la sierra de Gredos.
Se encuentra emplazado en un cerro visible de las afueras de la localidad. Su localización era estratégica, ya que dominada todo el conocido Barranco de las Cinco Villas.
Si observamos la inmensidad de escudos heráldicos que dominan el monumento, podemos deducir que esta gran obra se hizo con el esfuerzo de D. Beltrán, aprovechando los restos de un castillo anterior en ruinas.
A través de los siglos, este castillo ha estado siempre ligado a la familia de Alburquerque, y aún lo sigue siendo en la actualidad. Los Duques de Alburquerque también son conocidos por poseer la propiedad del bonito castillo de Cuéllar, en Segovia.
Exteriormente muestra detalles de fortaleza militar y traza defensiva, a la par que se pueden observar rasgos de residencia señorial de lujo. Al monumento
podemos acceder a través de una portada renacentista que sustituyó a un antiguo foso y puente levadizo en el momento en el que el segundo Duque de Alburquerque decidió emplazar en este castillo
su residencia.
Se trata de un edificio de grandes dimensiones, con forma cuadrada y con torres redondeadas en las esquinas, con una torre del homenaje de gran tamaño. El castillo está formado por dos recintos
cuadrados rodeados de una gran barbacana. Cabe destacar, asimismo, los restos del antiguo patio de armas, que, aún hoy, se conservan aunque no en muy buen estado.
En la actualidad se encuentra en un buen grado de conservación exterior, teniendo toda la fachada completa. En el interior podemos encontrarnos con interesantes restos de muros, escaleras y columnas.
El Castillo de Mombeltrán es, por tanto, un monumento defensivo y residencial muy bien conservado y emplazado en un lugar excepcional de la Sierra de Gredos,
que, a pesar de que en la actualidad está sin uso, sigue siendo propiedad particular, como históricamente, de los duques de Alburquerque.