el mirón
Castillo medieval (siglo XI-XV), conocido también como Castillo de los Moros, probablemente el más desconocido de los castillos abulenses, con una espléndida vista del valle del
Corneja. La construcción del Castillo de los Moros podría datarse entre los siglos XII y XIII.
Está situado sobre altos peñascales de enorme extensión. Se compone de una muralla que corona el cerro y, en medio, la torre del homenaje, en origen compartimentada interiormente en varios pisos,
de planta rectangular. Al lado, una construcción doméstica inmediata al torreón, relacionable con el servicio del castillo, y una pequeña iglesia aparecida en las excavaciones, muy pequeña,
apenas una ermita, pero bien definida en todas sus partes: a los pies una pila bautismal muy tosca en un solo bloque.
Antes de ser atalaya medieval el lugar fue también atalaya romana a finales del siglo IV y comienzos del siglo V, en los momentos en que se resquebrajaba el imperio romano: quedan algunos restos
en la muralla y en algunos puntos de su base.
Mucho tiempo atrás, al final de la Edad de Bronce, durante la llamada Cultura de Cogotas I, hacia el 1200 a.C, estuvo ocupado también, aunque no se sabe si como lugar de habitación o como atalaya
para controlar el valle del Corneja. El castillo y su entorno se encuentran acondicionados para la visita pública.
La intervención arqueológica ha sacado a la luz otros hallazgos de gran interés, como una antigua iglesia mozárabe del siglo XII, cuya construcción es anterior a la construcción del castillo, que se calcula fue edificado en el siglo XV. La construcción de un mirador y sus accesos en la torre del homenaje ha concluido la restauración del castillo de El Mirón. Esta torre de gran belleza era el único reducto de la fortaleza que permanecía en pie y se abre ahora al público para mostrar impresionantes panorámicas del Valle del Corneja y de las sierras charras de Béjar y Francia.
El recorrido por el castillo también permite contemplar las aspilleras de la vivienda adosada del interior del recinto, que servirían para disparar proyectiles durante la defensa de la fortaleza, así como, en la parte de atrás de la torre del castillo, la planta y el arranque de los muros de piedra de una iglesia supuestamente visigótica, en la que también hay una pila bautismal, aunque ésta, probablemente, no pertenezca al lugar.