laguna de negrillos
El castillo ya es antiguo, ya se ve en el Fuero que en la época de Alfonso IX se obliga al castellaje, y aún se aprecia en su base fortificación de cal y canto de la antigua época, que se erigió cuando León y Castilla andaban a la greña.
La fabrica actual pertenece al siglo XIV, erigida por Diego Fernández Quiñones y Maria de Toledo, que fueron los padres de Don Suero de Quiñones, el que salió de este soberbio alcázar para cumplir su aventura caballeresca en la Puente del Orbigo, en aquella época en que los caballeros entretenían sus ocios en justas y peleas por «un quítame allá esas pajas» y predicar a los cuatro vientos ser cautivo de amor o proclamar la belleza de una dama, sin ocurrírseles pensar que también podían emplear fructíferamente sus ocios en construir acequias de riego.
Aquí volvió Don Suero a curarse de sus heridas y partir luego, en agradecimiento al feliz éxito de su torneo, como peregrino a Compostela.
Esta familia de Don Suero doto al castillo de adarves, saeteras, torres de flanqueo, letrinas, varios cubos y alto torreón. El alcázar tenía cinco plantas con puertas de arco agudo para salir al adarve y otras ventanillas de arco redondo.
Madoz en 1847 habla de un palacio y un castillo, que el palacio está arruinado pero el castillo se conserva en buen estado.
El alcaide de esta fortaleza era el mas remunerado de los responsables de los castillos de los Quiñones. Hoy se encuentra muy ruinoso; sin embargo los lienzos en pie prestan una belleza imponente a la villa y hay proyecto de construir en el un polideportivo.