GUADALAJARA
Guadalajara es una de las provincias más desconocidas de España, a pesar de su cercanía con Madrid. Y es una lástima pues tiene un patrimonio monumental y riquezas paisajísticas de primer orden.
Guadalajara está llena de contrastes, con un terreno accidentado y boscoso (especialmente el Alto Tajo) salpicado de pueblos con mucha historia y patrimonio monumental: Sigüenza, Atienza, Jadraque, Hita, Brihuega, Cifuentes, Pastrana, Molina de Aragón, etc.
En el ámbito de los castillos, se puede decir que es una de las provincias con un mayor y más variado repertorio. Algunos de sus castillos se conservan admirablemente.
En otros casos encontraremos ruinas de diferente valor, pero siempre inmersas en un gran romanticismo, a lo que no es ajeno el lugar en que están construidos muchos de ellos.
De manera resumida podemos decir que "Guadalajara es tierra de castillos".
De todos ellos hemos elegido la siguiente representación: Sigüenza, Molina de Aragón, Jadraque y Torija.
Uno de los mayores atractivos turísticos, históricos y patrimoniales de la provincia de Guadalajara son las ruinas de sus castillos, melancólicas presencias sobre las parameras, serranías y alcarrias de este tierra.
Desde las orillas del río Henares, frontera entre Castilla y Al-Andalus más de cuatro siglos, se extienden estas fortalezas, originalmente
construidas por los musulmanes y luego consolidadas por los cristianos.
Las sierras de Atienza y el Ducado, el Señorío independiente de Molina, las órdenes militares de Calatrava y Santiago, los arzobispos toledanos y los Mendoza todopoderosos, llenan de castillos esta tierra que hoy los muestra en muy variadas condiciones, pues su estado de conservación va desde el Parador Nacional de Sigüenza a las mínimas torres de Alcorlo, Cobeta, Torresaviñón y La Yunta, pasando por hermosos castillos como los de Jadraque, Pioz, Atienza y Molina.