zahara de los atunes
Castillo de Zahara de los Atunes. A lo largo de su historia también ha recibido las denominaciones de castillo de Jadraza y Palacio de las Pilas. Los vecinos de Zahara lo conocen popularmente como “el palacio”.
El castillo de Zahara de los Atunes es una construcción de planta cuadrangular delimitada por cuatro lienzos de muralla de una altura que oscila entre los cinco y los siete metros, y cuya fábrica está realizada en mampuestos tomados con cal y guijarros, contando en sus esquinas con refuerzos de cantería. Además, no poseen merlones y sí un estrecho camino de ronda.
Al parecer, en su origen, contó con tres torres, la de levante, situada en la esquina noreste, de la que hoy sólo se conserva la sillería de arranque, la de poniente, levantada en la esquina noroeste, en la actualidad muy transformada por diversas y numerosas modificaciones, y la de la vela, ubicada en la parte central del recinto y en la que se emplazaba el campanario, de la cual no quedan restos. Hay quien sostiene que en la esquina sureste, junto al pozo, existió una cuarta torre, si bien en los planos conservados de la fortaleza no se hace referencia a ella como tal. Señalar de las torres de poniente y de levante que sobrepasan en altura a sus lienzos murarios, avanzando también respecto a las alineaciones de éstos.
En la muralla se abrieron, en un principio, tres puertas, dos hacia el mar y una hacia tierra. La puerta de tierra se encuentra en el lienzo oeste y, a diferencia de las de mar, se halla muy alterada por añadidos posteriores. A estas tres puertas se añadiría en el siglo XX una cuarta, la puerta nueva, abierta en el lienzo norte, un sencillo arco de medio punto con intradós de ladrillos.
Dos de los elementos reseñados, muralla y torres, anuncian la obvia función defensiva del castillo, Sin embargo, no es la única, puesto que también hemos de considerar la residencial y la industrial. En efecto, algunas de sus dependencias acogían viviendas. Así, la que algunos consideran como la cuarta torre, era la residencia de los duques de Medina Sidonia en sus visitas. Del mismo modo, las torres de poniente y levante servían para alojamiento, del casero y del atajador respectivamente.
En cuanto a la función industrial, el castillo se nos presenta como chanca y almacén de los enseres, pertrechos y artes de la almadraba de Zahara. Pese al deterioro y la transformación de sus estructuras, sabemos que esta chanca estaba dotada de unas magníficas instalaciones para el trabajo del atún, entre ellas citaremos almacenes, saladeros, patio para guardar los barcos, hornos, pozo de agua dulce, pilas de salazón, carnicería, etc.
La fortaleza de Zahara fue construida por el duque de Medina Sidonia en el siglo XVI ante la necesidad de dotar a la almadraba de esta población de una infraestructura residencial, defensiva e industrial acorde con su relevancia. Y es que la almadraba zahareña era, junto a la de Conil, la más importante de Andalucía en aquellas fechas.
Recordemos que Sancho IV “El Bravo” concedió en 1294 a uno de los antepasados del duque, Guzmán “El Bueno”, el privilegio de armar almadrabas para la pesca de atunes en la zona del estrecho de Gibraltar como recompensa a su labor “reconquistadora”.