torrecera
El castillo o torre de Cera se alza sobre un cerro en la pedanía de Torrecera, situada en el enclave privilegiado de la Vega del Río Guadalete, en el término municipal de Jerez de la Frontera.
Construido a principios del siglo XIII (hacia el año 1200), el castillo de Torrecera fue la mayor fortaleza de las que protegían la ciudad de Jerez.
La cercanía de la línea de frontera obligó a sembrar el territorio de pequeñas y grandes fortalezas para hacer frente a los ataques que asolaron estas tierras durante varios siglos, tanto incursiones de las tropas castellanas como razias de las tropas benemeríes desde las costas de Algeciras.
El entramado de fortalezas y torres erigido durante la dominación árabe por la provincia gaditana dotaba a todo el territorio de una amplia red de comunicaciones que posibilitaba un contacto rápido entre ciudades gracias a la conexión mediante las torres vigía (bien pertenecientes a alguna fortaleza, bien exentas).
Desde la fortaleza de Torrecera se divisaba el castillo de Torre Estrella (Medina Sidonia), lo que permitía una comunicación rápida y eficaz entre ambas fortificaciones.
Tras la conquista por Alfonso X en el año 1264, Torrecera se convirtió en un destacado centro militar que se mantuvo como punta de lanza en la defensa de Jerez, constituyéndose como uno de los puntos estratégicos más importantes.
El material constructivo empleado fue mortero, arena, piedras y cal.
En la actualidad tan sólo quedan vestigios de su torre vigía, en estado de ruina progresiva, aunque es intención del Ayuntamiento su recuperación. En su interior se encontró un ídolo cilíndrico de 5.000 años de antigüedad (Edad del Cobre), que actualmente se expone en el Museo Arqueológico de Jerez de la Frontera.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Es de acceso libre.