melgarejo
Castillo de Jerez de la Frontera ubicado a unos 11 km al NE en el camino de Arcos de la Frontera, dentro del poblado Torre-Melgarejo.
Consta de una torre cuadrada que en su parte superior se transforma en octógono, coronada de almenas en donde aún perduran los restos de sus matacanes en las cuatro esquinas y en los cuatro muros. A la izquierda de la torre, bajo un cadalso, se encuentra una cortina almenada, en donde se abre la puerta principal, de arco ojival, con el escudo de los Melgarejo. A su izquierda, un cubo abovedado, que parece haber sido la capilla del recinto.
Está protegido como bien de interés cultural con identificador RI-51-0007594.
La barriada de Torremelgarejo se asienta alrededor de un castillo construido por los árabes. Debe su nombre a esta fortaleza bajomedieval, una torre-vigía como han existido muchas en la campiña jerezana, ubicada en la zona más alta para poder defenderse o avisar de la proximidad de enemigos.
Numerosos fueron los castillos o torres que diseminados por la extensa campiña jerezana se construyeron por la necesidad de avisar del peligro en los años de la reconquista. Pocos son los que han llegado hasta nosotros al ser cantera aprovechable para la piqueta demoledora. De la mayor parte solo quedan ruinas como Gibalbín, Tempul, El Berroquejo o Torrecera y otras que han quedado embebidas en posteriores construcciones como Macharnudo. Algunas de estas antiguas edificaciones se han convertido en casas de labranza, como el de Gigonza que en 1848 fuese, también, balneario y el caso de este castillo de Torremelgarejo, uno de los mejores conservados de la provincia, propiedad en la actualidad de una rama de la familia Domecq, y que ha sido acondicionado, no su torreón y sí el resto del castillo, como zona para guardar los aperos del campo.
Una parte de la historia del siglo XII se encuentra escondida en Torremelgarejo, parte de ella la cuenta Fernán Caballero en su obra “Lucas García” donde narra la curiosa hazaña del caballero Melgarejo en la toma de este fuerte castillo.