berroquejo
El castillo de Berroquejo es una típica construcción militar cristiana que formaba parte del engranaje defensivo del término de Jerez de la Frontera. Éste consistía en una sucesión de fortalezas que jalonaban su territorio y que la defendían de las razias realizadas unas veces por los benimerines del rey de Fez y otras por las tropas del rey nazarí de Granada. Una de estas defensas fue el castillo de Berroquejo, que se levanta sobre un promontorio, conocido por el Berrueco, desde el que se domina un paisaje de suaves colinas en el camino de Jerez a Medina-Sidonia, de la que apenas la separan unos diez kilómetros, cerca del cruce que conduce a Puerto Real.
La etimología del término Berroquejo está considerado de origen céltico relacionándose con barro, tierra y cumbre. Este territorio fue el campo de batalla de las contiendas que durante cerca de trescientos años libraron uno y otro bando por el control de la provincia y del estrecho, extraordinariamente defendido por numeroso castillos, torres aisladas y cercas, como queda recogido por el geógrafo Mohamed al Idrisi en su Descripción de España, escrita a mediados del siglo XII. Muchos de ellos fueron construidos con celeridad utilizando mano de obra local y técnicas mudéjares, como sucede en este caso.
Esta pequeña defensa está actualmente en ruina como consecuencia del paso del tiempo, destino casi parejo al del cerro donde se ubica dañado por las continuas extracciones de tierra hechas en el siglo XX. Del castillo sólo subsiste la torre cuadrada que ha perdido su cubierta, aunque aún se conservan los arranques de la bóveda y una de ellas todavía se aprecia los restos de una trompa. La cerca que circundaba el conjunto ha corrido similar suerte puesto que sólo se conservan fragmentos de algunos lienzos de murallas adosados a la roca sobre la que se levantó.
El castillo fue una de las fortalezas alfonsinas vinculada a la Orden de Santa María, junto con los de San Marcos de El Puerto de Santa María y Torre Estrella. Esta orden había sido creada por Alfonso X. Comparte con el castillo de Torre Estrella la presencia de una cubierta en bóveda ochavada sobre trompas, propio de las rábitas y santuarios. Éste es uno de los elementos más curiosos del castillo, que coincide además con unos espacios rectángulares donde estuvieron las capillas de la orden militar de Santa María. Esta fortaleza ha sido relacionada con uno de los numerosos lugares en los que pudo estar alojada la desgraciada reina Doña Blanca de Borbón.
El castillo está cubierto por vegetación tipicamente mediterránea y en él anidan numerosas especies de aves y habitan otras especies de mamíferos y reptiles.