luna
El Castillo-Palacio de Luna está situado en el centro de la villa. Este Castillo fue un antiguo ribat musulmán (s. XI), residencia de Safat Dola y reconquistado por Alfonso X El Sabio.
Lo mandó construir Don Alonso Pérez de Guzmán “El Bueno” en el siglo XIII (1295) sobre los restos de dicho ribat. Más tarde Guzmán “El Bueno” le entrega la villa de Rota a su hija al contraer matrimonio con Don Fernán Ponce de León, 1º Señor de Marchena; desde entonces el castillo pasa a pertenecer a la Casa de Arcos. También fue residencia de los Duques de Osuna y vivienda del gobernador de la villa y a su vez Casa Capitular hasta que se construyó la de la Plaza de España en 1750.
En el año 1909 el Marqués de San Marcial lo compra por 15.000 pesetas estableciendo aquí su residencia veraniega; realizó importantes obras a fin de adaptarlo a las exigencias requeridas entonces.
En el año 1943 fue adquirido por Don José León de Carranza “Marqués de Villa Pasadilla” en la cantidad de 200.000 pesetas realizando importantes obras y acondicionándolo para centro hospitalario y colegio. Posteriormente lo donó la pueblo de Rota.
Funcionó como colegio atendido por las Hijas de María Auxiliadora hasta el año 1981. Desde esta fecha el edificio quedó abandonado, lo que supuso un mayor deterioro.
El Ayuntamiento, en el año 1987, decide, gracias a la labor del Alcalde Felipe Benítez Ruiz-Mateos, empezar poco a poco las obras de restauración del castillo y que tras once años de gestiones, esfuerzo y trabajo hoy se puede ver totalmente restaurado, con lo que se consigue recuperar el principal monumento histórico de Rota.
Antes de la restauración, la puerta de entrada se encontraba siete metros más para la calle, ya que estaba construido entre torreón y torreón, aprovechando toda la zona que hoy ha quedado fuera para más dependencias.
Al demolerse toda la construcción moderna, se ha conseguido recuperar la fachada original y su portada que estaba debajo del enfoscado que cubría las paredes.
Después de esta minuciosa restauración, se ha logrado aproximarla al máximo a su estado primitivo.
Este edificio de planta rectangular con torreones en los ángulos y otro en la parte central del lienzo de muralla que da a la plaza de la Iglesia Parroquial. Tanto las torres como las murallas remataban en almenas con pirámides típicamente andaluzas. Los torreones están construidos con piedra arenisca y los paramentos de los muros en hormigón llegan a tener hasta 3 metros de espesor.
El edificio nos recuerda gestas y acontecimientos importantes de nuestra historia que se han quedado reflejado en el azulejo del zaguán del castillo o en el otro gran mural de 185 azulejos en el que se recuerda la visita de los Reyes Católicos a Rota en el año 1477; obra realizada por José González Clérigo (artista sevillano).
El Patio de Armas del Castillo es uno de los elementos más interesantes del alcázar por su belleza artística y desde el punto de vista histórico, fruto, sin duda, de la gran obra de reedificación llevada a cabo por los condes de Arcos en el s. XV. En él se funden en sugestiva síntesis el arte musulmán y el cristiano.
El patio es de planta rectangular, de 20 metros y medio de largo por 16 y medio de ancho aproximadamente y se encuentra dispuesto en doble galería. Las galerías bajas están formadas por 16 arcos de medio punto un tanto peraltados e inscritos en recuadros con elementos decorativos de estilo mudéjar y gótico, siguiendo la tradición de las Casas-Palacio en el primer tercio del s. XVI. Unos capiteles son claramente ojivales, mientras que otros se decoran con volutas jónicas, todos tallados en la misma clase de piedra. Las galerías altas se cubren con arquerías rebajadas, rematándose el conjunto con una cornisa y antepecho calado que lleva el escudo de los Ponce de León en guirnaldas circulares de flores y frutos, sus columnas son más esbeltas.
Las cuatro columnas de las esquinas son de mármol y las 12 restantes son de piedra franca del país. Todas las columnas estaban regruesadas con mezcla y blanqueadas de color ocre. Al limpiarlas se descubrieron las originales y las de mármol de las esquinas, cosa que se desconocía.
El antepecho, justo arriba coronando la cornisa .según los estudios realizados es igual al primitivo. Es calado de estilo gótico y en el centro tiene los escudos nobiliarios con las armas de don Pedro Ponce de León tras su matrimonio condoña Beatriz de Exérica, que eran las tradicionales de la Casa de Arcos. Se puede observar claramente cuál es el original ya que tiene un color más oscuro que los demás, los cuales tienen el color más claro por el material utilizado para la reconstrucción.
En su centro se alza una cantarina fuente con taza octogonal de mármol blanco y surtidor, en cuyo centro gira otra taza octogonal en mármol y azulejos, dispuesta en tres pisos decrecientes.
Cuenta la fama que fue en este patio y en las vecinas estancias situadas en el lugar de lo que hoy es el Salón de Actos, donde agasajó don Rodrigo Ponce a sus ilustres huéspedes durante aquellos dos días de octubre de 1477.
Queda hoy de esto algún recuerdo en un nicho rehundido del muro del rincón oeste del patio, cuyo breve arco acoge una imagen de la Virgen sosteniendo al Niño en su regazo, en tanto mantiene en su mano izquierda la granada símbolo de la maternidad. De ahí el título o advocación de Ntra Sra de la Granada con la que se le conoce, siendo tradición haber sido regalada esta efigie al marqués de Cádiz por la reina con ocasión de esta visita.
Ha sido además escenario de importantes acontecimientos a nivel local. Aquí se reunían los Alcaldes y demás oficiales de Justicia para librar los pleitos y causas según las Ordenanzas de la Villa. En sus galerías se celebraban los cabildos abiertos convocados al toque de la campana de la Vela.
También lo ha sido de múltiples actividades culturales, tanto en su etapa como colegio, como en los últimos años, constituyéndose en el marco incomparable de los conciertos y actuaciones teatrales celebradas durante los “Veranos Culturales”.
