santacara
El castillo de Santacara formaba parte del sistema defensivo fronterizo de Navarra frente al reino de Aragón. De ahí le vienen a este pueblo los privilegios concedidos por Sancho el Sabio en el siglo XII.
Su papel de atalaya fluvial se puede comprender si subimos al monte, situado a 425 metros de altitud, y contemplamos el entorno. Desde la torre, se divisan algunos puntos de referencia
estratégicos de la comarca del bajo Aragón, como el alto de Rada, el de Larrate (en Carcastillo), el castillo de Murillo el Fruto, y la población -antaño también amurallada- de
Mélida.
Construido en el siglo XIII, el castillo de Santacara disponía de un recinto amurallado, de ocho metros de alto, y dos palacios interiores. Al norte, en terreno ocupado hoy por los pinos,
creció además una aldea medieval, con iglesia propia, conocida como el poblado de El Cortijo. Tanto el poblado como la fortaleza fueron destruidos en el siglo XVI, tras la conquista de Navarra, y
del conjunto solo quedó en pie esta torre que se ha mantenido en pie altiva y desafiante frente a las batallas del tiempo.
Construido en el siglo XIII, fue mandado destruir en el siglo XV, tras la invasión del Reino de Navarra por las tropas castellanas del Duque de Alba en 1512, por orden del rey de Aragón Fernando el Católico. Tras la ocupación militar, el Cardenal Cisneros ordenó por decreto destruir todos las torres de los castillos de Navarra.
Junto a su altura imponente (casi treinta metros) sorprende hoy la perfecta sillería de esta ruina misteriosa, que parece que parece haber aguantado aquí para servir de mojón, o de recordatorio a
las generaciones venideras de la importancia de su legado histórico. La ciudad de Cara fue declarada bien de interés cultural en 1993.
Se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
