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El castillo de Arnedo se levanta sobre el caserío de la localidad riojana del mismo nombre. Fue construido por los musulmanes para el control del valle del Cidacos y como parte de la línea defensiva de la frontera con los nacientes reinos cristianos de Asturias y Navarra.

El castillo de Arnedo fue , junto con Tudela, una de las fortificaciones principales de los Banu Qasi, mahometanos descendientes del conde Casio, hispano-visigodo renegado que renunció a su fe para abrazar el Corán a cambio de mantener sus posesiones.

Uno de los descendientes de este linaje fue el famoso Moro Muza, que llego a titularse como “el tercer rey de España” (junto con el de Asturias y el poderoso califa de Córdoba). Se piensa que en el castillo de Arnedo nació Muza, que llegó a dominar territorios de Aragón, Navarra y la Rioja. 

El Castillo de Arnedo fue testigo de las luchas fronterizas. El rey navarro Sancho Garcés I, a comienzos del siglo X, fue el primer cristiano que hizo ondear su pendón en la fortaleza.

En varias ocasiones cambió de manos, hasta que con la toma del valle del Ebro por los cristianos, el castillo quedó definitivamente reconquistado.

Hoy el perfil épico del Castillo destaca en el estratégico valle del Cidacos. En sus murallas podemos ver los diferentes momentos de construcción en la alternancia del abobe con la piedra. Sus muros se alzan sobre la rojiza roca que corona el cerro, como si este color bermejo fuera un recuerdo de la sangre que en muchas ocasiones se derramó en la conquista de sus torres, de la que queda una en buen estado.
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En la parte superior sólo quedan los restos de un aljibe y las dos plataformas a diferente nivel que era donde estuvieron en su día los edificios de la guarnición.

Las panorámicas desde el castillo son excepcionales. A la falda de la fortaleza se extiende Arnedo con los campanarios de las iglesias destacando sobre el restos de las casas. En los cerros cercanos vemos multitud de cuevas. Muchas se usaron en la antigüedad como eremitorio, es decir, cuevas de eremitas en tiempos visigodos. Hacia el Este, coronando otra altura, vemos el castillo de Quel, otra de las defensas del valle del Cidacos.

Junto al castillo se ha construido un mirador con un par de tablas de orientación muy útiles para reconocer los montes e hitos principales de la zona. Desde el mirador tenemos también una de las mejores vistas de la imponente fortaleza roqueña.
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Mariano García marianogarcia.besaba.com and Mariano García.