aroche
Castillo de Aroche o de Las Armas se cree fue edificado sobre un anfiteatro romano mandado construir en el año 97 por el emperador Nerva Antonio y terminado por Elio Adriano el año 120, como así lo atestigua la inscripción de una lápida que había en la Puerta de la Reina y que dice IMPNERVE ESAR AVG.LIB PROCURATR y cuya lápida ha servido de umbral a uno de los corrales de una casa de la calle Cota. Los textos árabes ya hablan de la existencia de una fortaleza, desde el siglo X (se cree que fue construido por los almorávides en el siglo IX) en relación con la ciudad medieval islámica (esta podría relacionarse con el yacimiento arqueológico del Llano de la Torre).
Aroche tuvo una gran importancia como defensa fronteriza perteneciendo a la llamada “Banda Gallega”, volviendo a tener importancia como defensa durante la Guerra de Restauración Portuguesa (1640-1668).
La Banda Gallega era el nombre que recibía la actual Sierra de Huelva desde la conquista de la zona por los reyes cristianos y era una línea defensiva distribuida por las principales vías de comunicación, para defender a la población y guardar los intereses territoriales del Reino de Sevilla frente al reino de Portugal y las Órdenes Militares. Al igual que Aracena, fue conquistado por los caballeros hospitalarios al servicio de Alfonso III de Portugal a finales de 1250, pasando a manos castellanas a raíz del tratado de Badajoz en febrero de 1267.
La fortaleza de Aroche fue árabe hasta que en 1263 cuando pasa a manos cristianas gracias a la intervención de Sancho II de Portugal quien lo conquista. Unos años después (en 1293), se anexiona a las posesiones del Reino de Castilla. Es en este momento cuando Sancho IV manda una reforma, llevada a cabo por el Concejo de Sevilla haciendo uso de la autorización que le dio Sancho IV, dando lugar a la apariencia que hoy en día conocemos excepto por la plaza de toros que alberga en su interior, construida en 1802.
El castillo aparece citado como propiedad de la ciudad de Sevilla en el “Ordenamiento para el Buen Gobierno” dado por Alfonso XI en 1344. Propiedad testimonial que, curiosamente, mantiene en la actualidad, pues cuando se creó la provincia de Huelva, Sevilla cedió el territorio, pero no las fortalezas (igual ocurrió con los castillos de Cortegana, Encinasola, Almonaster la Real, Cumbres Mayores y en Sevilla Alcalá de Guadaira).
Fue construido siguiendo el modelo de fortalezas islámicas de la provincia, a base de tierra apisonada o tapial, con una delineación simulando sillares para engañar a posibles agresores (aunque en época cristiana se usa la mampostería para reforzar) con una estructura simple de planta rectangular irregular y con un perímetro de 273 metros por el cual se distribuyen con 10 torres de 4 a 5 metros hacia fuera de la muralla (en los 3 ángulos del recinto destacan 3 torres por su mayor altura, siendo esta de 10 metros y construidas en tapial a base de mampostería y cintas de ladrillo, que les dan un marcado carácter defensivo) y 6 más entre los lienzos de muralla (estas 10 torres son de planta cuadrada o rectangular).
Las torres están desprovistas de cámaras, excepto la del Oeste y la de la izquierda del acceso principal, que se cubren con bóvedas de cañón, así mismo tiene un paseo de ronda.
Según el Plano del Informe del comisionado extraordinario Joseph Díaz Infante del año 1735, el castillo tuvo un acceso en recodo a través de la torre sureste. Además, por este plano de 1735, se sabe que la muralla artillera, de 2,5 metros de ancho, poseía 4 baluartes y 1 gran torre, que recibía el nombre de Torre de San Ginés. La muralla tenía 3 puertas, todas al parecer con rastrillo, e incluso hay documentación de la existencia de una puerta levadiza. El sistema defensivo de Aroche se completa con la cerca amurallada de unos 1.243 metros, y la Torre de San Ginés, ambos de cronología incierta, probablemente del siglo XV, debido al aparejo de mampostería utilizado en su construcción.
Conserva el acceso secundario original, denominado Puerta de la Reina, con arco de herradura enmarcado en un alfiz rehundido, construida en ladrillo, con material romano reutilizado para las gorroneras y bóveda de medio cañón en el pasadizo interno. Esta puerta parece ser de fecha posterior a la reconstrucción del año 1293 y sería abierta durante alguna de las reconstrucciones que sufrió el castillo. Existe referencia documental de una importante obra realizada en 1386 con un coste de 15.000 maravedís, que quizás pueda relacionarse con la construcción de la citada puerta.
El mal estado del castillo de Aroche, le llevaría a la pérdida de su función defensiva y su posterior abandono y ya en el siglo XIX, se aprovecharon sus estructuras para construir la actual plaza de toros, en su anterior plaza de armas.