naraío
Construído sobre roca viva dentro del espectacular paraje natural del espacio protegido Xuvia-Castro, se levanta a unos 300 metros sobre un área recreativa situada en el margen derecho del río Castro, sobre un gigantesco peñasco que en algunos lugares incluso forma parte de los muros, el Castillo de Naraío data del siglo XIV. Sin embargo se cree que los restos que hoy podemos ver son, en realidad, fruto de la remodelación de una fortaleza más antigua.
Ascendiendo por la roca encontramos restos de las tres murallas perimetrales que en otro tiempo hacían del castillo una fortaleza inexpugnable, fácil de guardar desde cualquier punto. La parte alta de la roca la preside la Torre del Homenaje, a la que se llega despuéis de cruzar dos puertas con un arco ojival en las que aún se aprecia el escudo de armas de los Andrade. La torre conserva el porte desafiante que debió tener hace siglos. Alrededor de la torre hay restos de otras dependencias que se repiten en la siguiente linea de muro, donde se encontraron diversos restos arqueológicos.
Sin duda, la vista más impresionante del conjunto se obtiene desde el otro lado del río. Subiendo por el camiño do Saíme unos 150 metros se aprecian trozos de los antiguos muros, de las torres y los contrafuertes, formando, por la ladera del montículo, una estructura en forma de estrella que dificultaba la circunvalación exterior.
Su situación estratégica, la singularidad de su enclave, su adaptación al medio y la hermosura de toda la zona, hacen de este Castillo uno de los mejores ejemplos de la arquitectura defensiva medieval. Lo que en otro tiempo representó protección, sumisión y vasallaje, hoy es un punto de atracción turística con grand potencial que aumenta gracias a los trabajos de rehabilitación que se desarrollan en la fortaleza.
Este castillo está a una distancia de doce kilómetros del Castillo de Moeche, y entre ambos monumentos discurre una ruta de senderismo que, partindo de Moeche, sigue la ruta de destrucción seguida por los irmandiños en este territorio.