la estrella
El castillo de La Estrella se alza sobre un cerro que domina en altura la localidad de Montiel, en la provincia de Ciudad Real. El castillo de La Estrella fue construido por los árabes en el
siglo IX, y reformado en el siglo XIII, una vez conquistado por los cristianos en el año 1226. Fue ocupado alternativamente por árabes y cristianos. Después de la batalla de las Navas de Tolosa,
en tiempos de Alfonso VIII, Montiel quedó definitivamente integrado en el Reino de Castilla.
En el año 1227 Fernando III concedió San Pablo y Montello a la Orden de Santiago. Montiel perteneció a esta Orden hasta
que el fraile Pedro Ruíz de Sandoval lo dejó en manos de Don Pedro I de Castilla. Esta zona fue escenario de continuas batallas estre moros y cristianos, quedando desierta, por lo que la Orden
concedía a las personas que habitasen estos lugares privilegios durante 10 años.
En este castillo se refugió el rey Don Pedro I de Castilla, más conocido por el Cruel o por el Justiciero, después de ser derrotado por su hermano bastardo Don
Enrique de Trastámara el 14 de marzo de 1369, con los pocos leales que le acompañaban, quedando sitiado durante nueve días por las huestes de su hermano Don Enrique. En la noche del 23 al 24 de
ese mismo mes y año entró en tratos con el traidor Bertrand Duguesclin, los dos hermanos lucharon entre sí, y Pedro I murió. De aquel drama quedó la frase pronunciada por el criado de Enrique de
Trastámara, Duguesclin, partícipe en el desenlace: Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor. El rey muerto quedó enterrado en Montiel hasta 1374 y desde entonces descansa en Sevilla. En
1974 el pueblo erigió un monolito en recuerdo de Pedro I.
El castillo de La Estrella se asienta sobre un cerro testigo con un amplio domino del territorio que presenta unas fuertes pendientes en todos sus flancos, salvo en el sudeste, estando rodeado el mismo por un meandro del rio Segurilla y muy próximo al río Jabalón.
Se encuentra en estado de ruina con piedras y sillares caídas por todas partes. El castillo, otrora inexpugnable fortaleza en la que el rey Pedro I de Castilla vivió sus últimos días, actualmente se encuentra en un lamentable estado de conservación. El 8 de febrero de 2012 se firmaron las escrituras por las que el Castillo pasaba a ser propiedad de todos los montieleños, gracias a la gestión de Ángel García Valcarcel y la aportación económica de varios vecinos y empresarios; José Sánchez Mota, Fidel Molina (Grupo Comatel), hijos de Francisco Marín (Confecciones Marín), Luis Valero (Valero Factory), Fernando Amador y Alfonso Velázquez (El Corte Moderno).