aínsa
Se encuentra en un extremo de la Plaza Mayor de Aínsa. En la actualidad presenta un estado de ruina, aunque conserva partes de su muralla y algunas torres. Cuenta con varias fases de construcción y de estilos. Cuenta con varias fases de construcción y de estilos. Presenta como elemento destacado una torre Homenaje en la zona Suroeste.
Sus murallas son almenadas y sus muros muy gruesos. Contiene un patio cuadrado de unos 100 x 60 metros. A la parte superior se accedía por una serie de viaductos. La fachada se flanquea por dos torres bajas y en los cuatro ángulos de la fortaleza se levantan torreones cuadrados. El recinto se rodea de una arquería de comunicación. Conserva una torre del homenaje de planta pentagonal y presenta elementos de torre de función defensiva como ventanas saeteras y muros gruesos.
En el siglo XVI se amplía y refuerza con elementos como un cinturón de ronda para la guardia situado encima de la muralla que lo rodeaba. También se construyeron unos baluartes defensivos para la artillería siguiendo el modelo de torre de planta poligonal. Se construyó además un puente levadizo que se tapió en el siglo XX y un pozo de gran profundidad en el interior. El foso se haya cegado actualmente. Progresivamente se le fueron añadiendo edificios.
La construcción más primitiva data del siglo XI en estilo románico. Cuenta con varias fases de construcción y de estilos. La torre homenaje se alza sobre un antiguo emplazamiento musulmán reconquistado por Sancho Garcés III y en torno a ella se construyó el resto del edificio medieval a partir del siglo XI. Esta pequeña fortificación se repobló a partir de 1124 por el privilegio que le concedió el Rey Alfonso I, Alcanzando Aínsa gran importancia en época medieval. Se trata de una fortaleza localizada en la parte alta de la población.
La segunda fase de construcción es de mayor envergadura, se incluye en el plan general de reforzamiento y modernización de defensas fronterizas con Francia llevada a cabo por Felipe II a finales del siglo XVI. Se siguió proyecto de Spanocchi, que también diseñó las ciudadelas de Jaca y Pamplona, además de otras actuaciones en el Alto Aragón. La presencia de este ingeniero militar está documentada en Aínsa en 1593.
Desde mediados del siglo XVIII, el castillo cayó en desuso, habilitándose como guarnición militar en los distintos sucesos bélicos acaecidos en los siglos XIX y el XX, cuando se produce la reforma de los vanos para su adaptación a la fusilería. En la actualidad se ha intentado recuperar el espacio del castillo como lugar de encuentro cultural y se celebra durante el verano el Festival Castillo de L’Aínsa.
La torre pentagonal ha sido restaurada y rehabilitada por la sede de la Mancomunidad de Sobrarbe.
En abril de 2006 el Departamento de Educación, Cultura y Deporte aprueba la relación de Castillos y su localización, considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en la disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés, entre los que se encuentra el Castillo de Ainsa.
En el 2010: aprobación en Consejo de Ministros de la restauración de urgencia del castillo de Aínsa, consistente en la consolidación de la fábrica original y limpieza en el entorno de vegetación invasiva.