alcalá de guadaíra
El Castillo de Alcalá de Guadaíra consta de varias edificaciones y domina todo el pueblo desde lo alto del Cerro. Es de planta irregular con dos patios, la muralla consta de once torres, de las cuales nueve son de planta irregular y dos de planta poligonal. En el patio está el Alcázar o Palacio.
Este ámbito del Recinto Fortificado es el que tradicionalmente recibe la denominación de “Castillo”, y se compone de tres espacios, ampliaciones a su vez del enclave original.
Los primeros datos apuntan a la existencia en este sector de un poblado de la Edad del Bronce (II m. a.C.), con muralla de planta ovalada de la que sólo se conservan algunas cimentaciones
actualmente no visibles. Entre la Edad del Bronce y la época andalusí carecemos de información fiable sobre la evolución histórica del Cerro del Castillo.
Los restos mas antiguos actualmente visibles se fechan en el s. XII (época almohade), aunque no es descartable un origen en época taifa (s. XI). Forman el recinto original del Patio de los Siros, un típico hisn andalusí con funciones de control del territorio agrícola circundante. Este alcázar original es el que experimenta diversas ampliaciones entre los ss. XII-XV, conformando el conjunto de las Alcazabas Occidentales.
En 1924 fue declarado Monumento de Interés Histórico-Artístico, y en 1985 recibió la catalogación como Bien de Interés Cultural. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó un reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
La primera ampliación se produce ya en el s. XII, hacia el sur, generando el actual espacio del Patio de la Sima, en repuesta a la necesidad de acantonar las tropas del ejército almohade o dar servicio al alcázar original. Ya en el s. XII, tras la conquista castellana de 1247, se amplia el propio Patio de los Silos hacia el este, añadiéndole las dos torres octogonales. Por ultimo, entre los ss. XIV-XV se añade el Alcázar Real, con su zona “señorial” la Torre del Homenaje. El conjunto de las Alcazabas Occidentales se hallaba defendido por un antemuro, todavía visible y fechable entre los ss. XIII-XV.
Las Murallas de la Villa circunvalan el perímetro superior del Cerro del Castillo, enlazando el complejo de las Alcazabas Occidentales con la Alcazaba de la Torre Mocha, situada al este. Su recorrido presenta dos accesos, la propia Torre Mocha, o Puerta de Santa María, y la Puerta de San Miguel, en la conexión con el arrabal del mismo nombre.
El sistema constructivo de la muralla es uniforme, a base de un núcleo de argamasa de cal y arena mezclada con mampuestos sin desbastar y un forro al exterior e interior de mampuestos careados con cascajo (ripio) en las juntas. Las solidez de la fabrica junto con su grosos (una media de 2m de anchura) otorga una gran consistencia al conjunto amurallado, originalmente coronado con un paseo de ronda y un peto corrido de tapial.
No obstante, las agresiones y transformaciones históricas han supuesto una importante destrucción de las murallas, de las que en algunos casos solo quedan los cimientos, mientras que en otros nos encontramos con recrecidos extraños (merlones de varias tipologías) que responden a reconstrucciones pintoresquitas realizadas durante el s. XX.