segura de la sierra
Fortaleza de origen musulmán cuya fábrica denota una evidente remodelación cristiana, fechable en su mayor parte hacia la segunda mitad del siglo XIII. En su interior se encuentran el Patio de Armas, la Capilla de Santa Ana y la torre del Homenaje, de tres plantas. Fue asediado durante la invasión francesa y restaurado posteriormente. Declarado Paisaje Pintoresco y Conjunto Histórico Artístico junto con la villa.
El castillo de Segura de la Sierra se sitúa en un montículo elevado adaptándose perfectamente al terreno en el que se asienta, y desde el que domina el territorio que le rodea, en el municipio de Segura de la Sierra, al noreste de la provincia de Jaén, cerca de la línea fronteriza con Albacete.
La historia de esta localidad se remonta a época romana, pero adquirió relevancia a partir de la dominación árabe. En el año 781, Segura de la Sierra fue tomada por Abul Asward, quién la fortificó y la dotó de tres órdenes de murallas, lo que convirtió el pueblo en fortaleza inexpugnable. Se consolidó como reino taifa. El día de San Vicente del año 1214 los cristianos reconquistaron la zona, que quedó en manos reales. La Corona lo donó a don Rodrigo Íñiguez, maestre de la Orden de Santiago. Fue cárcel de grandes personajes históricos. Con la guerra de la Independencia el castillo fue pasto de las llamas.
Entre los datos históricos más anecdóticos que han trascurrido en los muros del castillo, destaca el hecho de que sirvió de cárcel a personajes ilustres como Francisco de Quevedo, autor de El Buscón, una de las obras cumbres de la literatura del renacimiento español, o don Luis Zapata de Chaves, escritor y paje del rey.
Otro dato curioso de esta zona es que en el siglo XVI fuera declarada Provincia Marítima, debido a la necesidad de su madera para las construcciones navales, que eran transportadas por el Guadalquivir a toda Andalucía, lo que hizo que se produjera una explotación excesiva.
Esta fortaleza milenaria era muy apreciada por los árabes. El recinto tiene forma casi pentagonal y presenta estructuras cúbicas y cuadrangulares a lo largo de todo el edificio.
La impresionante torre del homenaje es la parte más destacada de todo el conjunto. Está situada en uno de los lados del recinto, su planta es cuadrangular y está rematada por almenas defensivas. Está dividida en cuatro pisos, por lo que su altura es destacada. Sus ángulos están redondeados, dándole más vistosidad a la torre. Destaca una ventana, de clara reminiscencia mudéjar, entre los distintos vanos que se abren en sus muros. Cuando nos adentramos en el edificio, podemos ver una fusión de culturas pues aparecen dos aljibes propios de la cultura musulmana y una iglesia construida por la Orden militar de Santiago. El ábside de esta iglesia se encuentra en buen estado de conservación. La puerta de acceso tiene forma de recodo, aspecto típicamente musulmán.
Esta bella construcción defensiva se construyó usando como material la piedra, y como técnica constructiva la mampostería, formando filas. Este sistema constructivo que se basa en la escasa elaboración de la piedra, sin embargo hay que destacar que en los ángulos de las torres la piedra si está trabajada, adquiriendo formas redondeadas un tanto atípicas.
En el año 1810, durante la guerra de la Independencia, las tropas francesas incendiaron el castillo. Hasta el siglo XX no se iniciaron las tareas de restauración que corrieron a cargo de la Dirección General de Arquitectura.
En la actualidad es propiedad pública, y su uso es exclusivamente al turístico. El castillo fue declarado Monumento Nacional en el año 1965, y la villa esta declarada conjunto histórico-artístico y paisaje pintoresco.