súria
El castillo de Súria, alrededor del cual creció el Poble Vell (Pueblo Viejo), nació como torre de vigilancia cuando la Cataluña Central era una zona de frontera entre cristianos y musulmanes durante la Edad Media. Una tradición asegura que los árabes la llamaban Al Huraisa, es decir, ‘la pequeña guardia’. Posteriormente, el castillo fue residencia de señores o castellanos. La existencia del castillo está documentada desde el año 993.
Su dominio dependía del condado de Barcelona, que era feudatario a los señores de Cardona. Durante el siglo XIV, el castillo provocó un conflicto entre Manresa y Cardona, que se disputaban la jurisdicción. Aunque Manresa compró estos derechos, la ciudad se vio obligada a venderlos por la delicada situación de la hacienda municipal. A partir del 1376, la jurisdicción sobre Súria pasó definitivamente a manos del condado de Cardona, que posteriormente se convirtió en ducado. El dominio de los señores de Cardona se mantuvo hasta que el siglo XIX, cuando fueron abolidos los derechos feudales.
La parte más antigua del castillo es la torre del homenaje, situada en el interior. Consta de dos estancias con una terraza superior. A lo largo de los siglos, el castillo ha sido objeto de profundas remodelaciones y ha tenido usos muy diversos, entre los que se encuentran los de escuela, prisión y convento de monjas. Una de las remodelaciones más importantes se llevó a cabo durante las guerras carlistas del siglo XIX. El castillo adquirió su actual planta cuadrada y fue fortificado, ya que el Pueblo Viejo se convirtió en una plaza militar importante en la Cataluña Central debido a su ubicación estratégica.
El castillo acogió una escuela municipal hasta el año 1915. Posteriormente, sufrió una larga etapa de abandono que no acabó hasta la segunda mitad del siglo XX, en que fue utilizado de forma esporádica como espacio de exposiciones. En 1984 se promovió la restauración del castillo, dentro de la rehabilitación general del Pueblo Viejo. Se reforzó la estructura y fue instalada una cúpula de cristal, respetando la obra original conservada. Actualmente ha sido transformado en un centro de interpretación que se propone adentrarse a sus visitantes en el ambiente de un castillo medieval, acompañados por la voz omnipresente del antiguo castillero, Guillermo de Bosque.