encinas de esgueva
En 1394 Diego López de Zúñiga, I señor de Béjar, compra la villa de Encinas, en la línea defensiva del Esgueva. Será él, señor también de Curiel donde quedan los restos de otro de sus palacios, quien construya el castillo.
En 1574 Francisco López de Zúñiga, IV duque de Béjar, vende las villas de Encinas y de Canillas de Esgueva a Antonio del Río Aguilar, regidor de Segovia. Éste, con intención de convertir el castillo en residencia familiar, abre grandes ventanales hoy cegados y construye el desaparecido patio renacentista, colocando los escudos de su familia sobre las esquinas de las torres, donde aún se conservan.
Felipe V concede el título de conde de Encinas a su descendiente, Antonio de Aguilar y Zuazo (1709). En 1737 se realizan obras de consolidación en el patio y en los corredores del castillo, en 1850 era propiedad del marqués de Lorca y estaba aún habitado y ya a comienzos del siglo XX, Vicente del Soto Armesto lo vende a Cándido Moyano, que desmonta las deterioradas dependencias interiores.
En los años 50 del siglo pasado es adquirido por el Ministerio de Agricultura y convertido en silo de cereales. El castillo actual tiene recinto interior y barbacana con perfil en talud con un foso que se salvaría con un puente levadizo, todo ello realizado en sillares de buena cantería y sin apenas motivos decorativos.
Su planta es cuadrada y aunque parece tener cuatro altas torres en las esquinas, en realidad sólo son dos: una de ellas es la del homenaje en la que se abre una ventana geminada. La puerta de ingreso es un arco ligeramente apuntado y protegido por un matacán defensivo desde lo alto del lienzo.
Se encuentra en buen estado de conservación, completo y restaurado el exterior, aunque desmantelado el interior, que no es visitable. Actualmente ostenta la titularidad la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León y es el Ayuntamiento de la localidad quien se encarga de gestionarlo.